La Fundación González Allende proyecta abrir este año en el palacio de los Marqueses de Castrillo un museo permanente en el que poder exponer su extensa colección de obras de arte. El presidente de la Fundación, José Navarro Talegón, confirmó que el museo tendría carácter permanente y estaría dedicado exclusivamente a obras culturales de la entidad.

En principio, este museo será acondicionado en el palacio de los Marqueses de Castrillo, sede de la Fundación y de la Casa Municipal de Cultura, en el que ya ha sido restaurada el ala norte del inmueble y la planta baja para que puedan albergar los fondos de la Fundación toresana. Recordó Navarro Talegón que, hace tiempo, estas dependencias fueron utilizadas como salas para albergar exposiciones pero tuvieron que ser cerradas por un importante problema de humedad.

La Fundación se ha encargado de eliminar estas deficiencias con la adecuación de cámaras bufas en el patio central y el perímetro exterior del edificio aunque también han tenido que ser tratadas las paredes de estas dependencias. Una vez eliminado este problema de humedad, según Navarro Talegón, para poder acondicionar este museo permanente tan sólo resta adquirir las vitrinas de exposición y realizar la instalación eléctrica. El presidente de la Fundación destacó que «las cosas deben estar donde las gente las vea» y, por este motivo, en este museo se pretenden exhibir pinturas, esculturas y amplio abanico de obras culturales. Entre otras, el historiador toresano destacó la amplia colección de documentos gráficos que atesora la institución, tales como litografías, grabados y libros, así como otros «papeles», algunos de los cuáles «los hemos recuperado de los sitios más inverosímiles».

Como ejemplo, el historiador toresano citó un anuncio de clases de gramática que fue realizado por miembros de la cofradía de San Nicolás de Clérigos. Al parecer, según relató, unos niños convirtieron el anuncio en una pelota que quedó encajada en un mechinal y, tras unas obras de restauración ejecutadas por la Fundación fue recuperado y restaurado. También, en este museo se podrían exhibir unas cartas de San Jerónimo comentadas o el documento de constitución del mayorazgo de Los Portocarrero, en la época en la que fueron administradores de la reina Beatriz de Portugal.

Otra de las obras que podrían ser admiradas en esta exposición permanente es la escritura de constitución y las ordenanzas de la Fundación de Niños de la Doctrina Cristiana, una cofradía de clérigos comisionada por el párroco de Santa Catalina, Nicolás de Vega para enseñar doctrina en las parroquias de Toro, o las ordenanzas de la cofradía dedicada a San Antonio Abad y San Andrés. Sin duda, una de las obras más llamativas de los fondos de la Fundación es una colección de naipes realizados con trepas en el siglo XV, que han sido recuperados, aunque también está previsto exponer una amplia colección de monedas antiguas.