La decisión de reducir el ritmo de molienda permitirá que la Azucarera de Toro pueda mantener la recepción hasta mediados de la próxima semana aunque, si persisten las lluvias, la mesa zonal podría convocar una reunión para estudiar la posibilidad de paralizar la campaña. El responsable del sector remolachero de la organización agraria COAG, Fernando García, explicó que desde hace algunos días el ritmo diario de molienda en la factoría toresana es de 6.000 toneladas, 2.000 toneladas menos que al inicio de la campaña, tras constatar que la extracción se ha tenido que paralizar como consecuencia de las adversas condiciones meteorológicas.

La reaparición de las lluvias durante los últimos días podría provocar que la Azucarera de Toro tuviera que llegar a plantearse paralizar la campaña ya que, según García, por el momento tan sólo está garantizada la entrada de raíz en las instalaciones de la factoría hasta el próximo miércoles.

En el caso de que persistieran las lluvias se podría plantear el cierre temporal de la recepción en la fábrica toresana ya que los cultivadores no podrían acceder a sus parcelas aunque, como remarcó el representante de COAG, «ni la industria ni los remolacheros queremos cerrar». Confía García en que las condiciones meteorológicas sean favorables a partir del fin de semana aunque para poder continuar con la extracción de raíz «sería importante que oreara porque hay mucha humedad en las parcelas y, aunque si no llueve se podría arrancar algo en los próximos días, la raíz no se podría extraer en buenas condiciones».

Hasta el momento, según los datos aportados por el responsable del sector remolachero de COAG, la Azucarera de Toro ha recepcionado un total de 565.000 toneladas de las cerca de 800.000 contratadas para la presente campaña. En cuanto a la riqueza, García señaló que ha descendido «casi un grado» desde el inicio de la campaña como consecuencia de las lluvias y, en la actualidad, ronda los 17,8 grados. Lo que si ha experimentado un incremento es el descuento que, a estas alturas de la campaña, alcanza el 12% como consecuencia de que la remolacha «llega a la Azucarera con más barro» por las lluvias. El único efecto positivo de las lluvias es que el cultivo «ha ganado algo de peso». La fábrica inició el pasado 14 de octubre la nueva campaña remolachera en la que está previsto recepcionar unas 800.000 toneladas, cerca de un 9% menos que en pasadas temporadas. En cuanto al cierre de la campaña, García recordó que se había previsto que pudiera concluir a finales de enero o principios de febrero, aunque la decisión de rebajar la molienda y, si finalmente es necesario cerrar de forma temporal la fábrica, se podría prolongar algunas semanas.

Por otra parte, García instó a la industria a que «recapacite» a la hora de programar las tres campañas que restan hasta el 2014 cuando finaliza el periodo para el que se han comprometido ayudas a los remolacheros. En este punto destacó que «la industria debe mimar a los remolacheros para poder mantener el cultivo y llegar a un acuerdo de futuro» ya que, «si queremos que la fábrica de Toro se mantenga es necesario que los agricultores apuesten por este cultivo».