M. B.

El Consejo Regulador se está planteando la posibilidad de realizar un estudio sobre la evolución de la incidencia de la yesca en el viñedo de la Denominación de Origen, después de que los viticultores y las organizaciones agrarias (Coag y Asaja) hayan manifestado este año su preocupación ante el incremento de la presencia de este hongo. Una enfermedad que suele aparecer anualmente, aunque el exceso de humedad y de calor registrado este año ha hecho que su incidencia haya sido mucho mayor y que haya afectado a los viñedos más jóvenes, algo inusual, puesto que se venía relacionando con las vides de mayor edad.

El asunto será abordado en el pleno que el órgano vinícola celebrará el próximo jueves día 9 de septiembre, según confirmó ayer su presidente, Amancio Moyano. El director técnico del Consejo, Santiago Castro, ha recordado también que se ha observado una rápida propagación de esta enfermedad que ataca a la madera de la vid desde que hace dos años se prohibiera el uso del arsenito sódico, el único producto con efectos curativos, ya que los permitidos actualmente por la Unión Europea, tal y como subraya, «solo tienen facultades preventivas».

Según Castro, en caso de que finalmente se dé el visto bueno a la realización del estudio, se llevará a cabo en toda la Denominación de Origen a través de parcelas elegidas de forma aleatoria a fin de obtener un porcentaje de incidencia y poder realizar una estadística lo más fiable posible. El seguimiento se desarrollará por un periodo mínimo de dos años, «con el fin de poder ver la evolución de la enfermedad y comprobar si el incremento registrado este año es algo puntual», aunque incide en que el aumento de la presencia de este hongo se viene registrando, como se ha dicho, desde que se prohibiera el mencionado producto por la Unión Europea. No obstante, es importante señalar que no afecta a la calidad del fruto.

La yesca es una enfermedad parasitaria producida por hongos que penetran en la madera a través de heridas importantes producidas en la poda y que desarrollan el micelio o cuerpo vegetativo transformándola en yesca. Se manifiesta por un debilitamiento de la cepa o una marchitez brutal y se puede detectar al observar bajo la corteza de los brazos y de los troncos una coloración parda que se extiende de arriba hacia abajo. El veedor del Consejo, Carlos Gallego, explicaba la semana pasada que las intensas lluvias que se produjeron en la zona durante la poda han contribuido, sin duda, a la rápida propagación de la enfermedad. También subrayaba que el daño que provoca puede ser más importante en el viñedo joven, ya que puede producirle una apoplejía, es decir, afectar a toda la planta.