Este año son 22 los establecimientos que participan en el concurso de tapas, que ya celebra el IV Festival «De tapas por Toro», certamen que goza de una buena acogida por parte del público, como así lo atestiguan los hosteleros que ofrecen sus creaciones a los toresanos y visitantes, que con la celebración del concurso acostumbran a salir más a la calle, practicando el ejercicio, tan español, del tapeo.

En este sentido, el propietario de la Cafetería Imperial, José Manuel Hernández, señala que el nombre de su tapa es «Noche de Toro», la cual consiste en morcilla a la plancha, con compota de manzana, pimiento de Piquillo, chocolate líquido y leche condensada, todo ello espolvoreado por encima con un poquito de chocolate. Respecto a la respuesta de la gente, cree que, al igual que ha sucedido en los años anteriores, la aceptación por parte del público «está siendo buena», de forma que el sábado a mediodía ya habían servido alrededor de 400 tapas. Además, asegura que «la gente estaba deseando que empezase el concurso», puesto que eran muchos los que se acercaban a su local preguntando por la fecha de inicio.

En cuanto al proceso de creación de una nueva tapa, afirma que durante los dos últimos meses han probado varias tapas distintas, «y entre las cuatro personas de esta casa hemos decidido la que queríamos». Además, Hernández asegura que «como iniciativa lo veo genial», ya que está convencido de que a la gente le gusta probar cosas nuevas, «y ésta es una buena ocasión para ello, con 22 establecimientos elaborando tapas de micrococina». Por su parte, el Bar Noche y Día elabora la tapa «Lagartijo». Su propietario, Alberto Sánchez, explica que la elección de este nombre se debe a la inauguración de la plaza de toros, por lo que buscaron uno de los diestros más antiguos que toreó en ella. Así, el aspecto de la tapa acompaña al tema, puesto que «lleva una especie de espada», y un sombrerito de chocolate, a modo de montera, relleno de un vino tinto dulce de Toro. Se trata de un rollito de queso cheddar, relleno de pechuga de pollo, acompañado por una salsa de cabrales y por otra de chocolate, y decorado con sirope de fresa, «como si fuera la sangre del toro». Afirma que «estamos muy contentos» porque entre el viernes y la mañana del sábado sirvieron más de 400 tapas, y porque «la primera impresión que nos comenta la gente es que tiene una presentación muy bonita», y después también les gusta la mezcla de sabores. Para acompañar esta tapa recomienda un vino tinto de Toro. Y en cuanto al certamen, considera que es «bien acogido» por la gente, pese a que este año «ha habido poca información y publicidad sobre el concurso». Reconoce, además, que se hace en el mes de junio porque es una mala época para la hostelería, pero con este concurso «se está consiguiendo mover a la gente», y, según sus palabras, «el mayor premio es éste».

El creador de la tapa del Restaurante La Viuda Rica, Emilio Leoz, asegura que la creación de «La costilla de la Viuda» ha sido un proceso conjunto. El resultado es una costilla deshuesada de cerdo, prensada, a la que se da forma con un molde, para luego cortarla en rectángulos. Se sirve acompañada de un lacado de vinagre de Módena y miel, con una compota de manzana y la corteza de cerdo triturada, «formando como una sal de corteza», de modo que mezcla tonos agridulces. En cuanto al vino, recomienda un tinto roble, «e incluso se puede uno arriesgar a un semidulce». De momento, matiza, la tapa ha tenido «buena aceptación». Leoz considera que este concurso es una buena iniciativa, que «agrada al público y le incita a salir a la calle», por lo que «se ve un ritmo en el pueblo un poquito distinto».

La Cafetería Candy presenta al concurso la tapa «Colores de la Tierra», que está compuesta, según explica una de las camareras, Leticia Bergua, por una mousse de espárragos trigueros, lo que conforma la parte superior, seguida por un gazpacho, y cuya base es una brandada de bacalao; como adorno, por encima lleva queso crujiente y jamón serrano asado, en trocitos pequeños, lo que aporta un toque crujiente a la tapa. El maridaje recomendado lo completa un vino blanco. Bergua señala que «las creadoras de la tapa son las dos cocineras». Por el momento, además, «parece que a la gente le está gustando, aunque el mal tiempo no favorece al concurso».

El cocinero de la Cafetería Azahar, Alberto Parrado, es el creador de la tapa «Piruleta de manitas de cerdo con boletus», que está elaborada con manitas de cerdo cocidas y deshuesadas, mezcladas con los boletus; una vez que esta masa está cuajada, se corta y se pincha en las brochetas, y así se pasa por tempura. Va acompañada por brotes y salsa de soja, y por una manzanita enana. Parrado incide en que este concurso es «muy interesante», dado que así los establecimientos se dedican a crear tapas nuevas.