La impresión que Robert Parker se llevó del Winefuture-Rioja ´09 el congreso vinícola que logró reunir en España a los líderes mundiales del sector, organizado por The Wine Academy of Spain, fue lo que llevó al crítico norteamericano a encargar a su cabeza visible, el Master of Wine Pancho Campo, a preparar la logística de los viajes de Jay Miller a España para puntuar los vinos de diferentes regiones y entre ellas Toro, donde Campo estuvo ayer acompañando al catador del equipo de The Wine Advocate.

-Está usted considerado como uno de los pioneros en el estudio y la promoción de los impactos del cambio climático en la industria del vino, ¿sigue trabajando en ello?.

-Yo llevo mucho tiempo con esta cantinela, oficialmente desde el año 2006, cuando cree el congreso mundial de cambio climático y vino, que fue un desastre para nosotros, porque perdimos mucho dinero, ya que no respondió la gente, aunque si respondieron los medios de comunicación internacionales, lo que nos ayudó a darnos a conocer. Luego ya en el 2008, con la participación de Al Gore o Michel Rolland rompimos moldes, porque vinieron casi cuatrocientas personas. Este año tenemos previsto el congreso para noviembre, hemos conseguido que venga Kofi Annan y este año el enfoque es convencer a las bodegas de que tienen una responsabilidad moral y ética de hacer sus prácticas más sostenibles, pero como estamos en época de crisis, hay que hacerles ver que, aparte de ser ético y bueno para el planeta, puede ser también financieramente viable.

-¿En Toro se sigue esta línea?

-Si, hay gente que se está preocupando mucho por hacer las cosas bien. Se trata de pedir un poco más de respeto con el planeta, que es nuestra casa y si, es verdad que en Toro hay ejemplos de bodegas que lo están haciendo muy bien y que están interesados y no niegan el problema. Todo lo que sea reducir emisiones de CO2, menos utilización de productos químicos, reducir el gasto energético, reciclado de agua y de desechos, es decir, prácticas mucho más respetuosas con el medio ambiente no tiene nada de malo, al contrario.

-Al margen de este tema, ahora se está centrando también en crear prácticas que potencien el consumo de vino.

-Siempre he estado volcado en esto. Yo me dí a conocer en Ribera de Duero en el año 2004, donde puse los puntos sobre las íes y algunos les hizo cosquillas, pero esto es como cuando uno va al médico, que hasta que no te dicen que estás enfermo no empieza el proceso de curación, es decir, tenemos que admitir que esta bajada de consumo grave y este desencanto de la gente joven por el vino no tiene nada que ver con la crisis económica, esto lo venimos arrastrando desde hace quince o veinte años. Se nos ha olvidado que el mejor cliente que tiene España es el español y lo hemos descuidado, entonces hay que mejorar la oferta y los eventos para que la gente joven se emocione con el vino, que lo pongan dentro de su espectro de bebidas cuando salen por la noche y así conseguiremos un consumo moderado, que es la solución, porque a la gente hay que enseñarla a beber, no prohibirle que beba. Ahora hay que hacer un esfuerzo conjunto en el sector para que se beba vino, da igual de dónde venga, cuando se vuelva a beber cada uno irá descubriendo cuál le gusta más.

-¿Cree que se están dando palos de ciego al intentar diversificar la oferta del sector con productos como el enoturismo, los vinos sin alcohol, la vinoterapia....?

-Todo esto está muy bien, porque la gente, con la crisis económica, quiere diversificar sus ingresos, el problema es que no hay una campaña de promoción del consumo unificada y coherente, efectivamente van dando palos de ciego. Se trataría de que se unieran los consejos reguladores con el ICEX, con el ministerio, con la Federación Española del Vino, con el Observatorio del Vino, y entre todos diseñar un solo mensaje, que es uno: que la gente menor de 35 años beba más vino con moderación, todo lo demás es fragmentar el mercado, fragmentar los dineros. La lección la vamos a aprender ahora, con la crisis, es la Ley de Darwin, prevalecerá el más fuerte y vamos a aprender por las malas cuando podíamos haberlo hecho por las buenas.

Nacionalizado español, ha pasado por los campos de la Medicina, el deporte -fue tenista profesional y entrenador- y el marketing ha organizado eventos deportivos y musicales muy destacados-. A principios de 2000 comenzó su extensa formación en el sector del vino, que le ha llevado a convertirse se en el primer Master of Wine de nacionalidad española que obtiene este reconocimiento. En 2006 fundó el Congreso Mundial de Vino y Cambio Climático y el programa de promoción internacional del vino español conocido como Spanish Wine Education. Ahora trabaja en diversos proyectos dentro de The Wine Academy of Spain