El diputado provincial por Izquierda Unida, Francisco Molina, ha denunciado públicamente el «escaso» número de residentes que, según afirma, existen en la residencia Virgen del Canto, dependiente de la Diputación Provincial. Con tal motivo, en el próximo Pleno de la institución preguntará al presidente, Fernando Martínez Maíllo, cuántos residentes hay actualmente en el centro y cuántos funcionarios, ya que afirma que, según los datos que maneja y a expensas de confirmarlos, en estos momentos habría 94 residentes y 81 funcionarios. Así las cosas, ha anunciado que presentará un «ruego» al presidente para que «establezca un sistema de apuestas mutuas que consista en acertar si en dicha residencia acabará por haber, antes de que acabe este mandato, más funcionarios que residentes o más residentes que funcionarios».

Molina piensa, de antemano, que la cantidad de trabajadores acabará superando a la de los usuarios. IU ha denunciado en reiteradas veces que la residencia de mayores de Toro «se está quedando vacía», cuando «una demanda acuciante de la sociedad zamorana es la de plazas para mayores en residencias públicas y bien situadas».

Según la coalición, «la cifra de residentes baja sin parar cuando por otro lado hay 140 plazas en el centro en cuestión, lo cual confirma que la política del PP respecto al uso del mismo es equivocada». En este sentido recordó que, «hace escasos meses el Delegado Territorial de la Junta en Zamora alertó sobre el grave problema de la falta de plazas en residencia de mayores en nuestra provincia». Así las cosas, ha anunciado que realizará las mismas preguntas «en todos los plenos» para que los populares «se oigan cantando ante la opinión pública el descenso de personas que la usan y el abandono por tanto de plazas sin uso alguno». El «ruego», según las aclaraciones del diputado, tendrá como finalidad «que vean, vía irónica, que deben cambiar la política actual y aceptar que lo útil, necesario y natural es que se oferten al uso todas las plazas vacías -más de 40-, salvo tal vez 3 para esperar a los enfermos psíquicos actualmente dependientes de la Diputación, que pudieran ir internándose a la misma», ya que, según matiza, «hasta ahora la experiencia demuestra que es sumamente lenta, de menos de una persona por año mientras que se vacía a una velocidad de 5 al año».