Más de seis meses después de que los operarios de la Diputación llevasen a cabo el «parcheo» de la carretera que une Toro con San Román de Hornija y a poco más de un mes de que se inicie la campaña en la azucarera, el estado de esta vía vuelve a ser motivo de quejas por parte de los usuarios.

Estos denuncian las prominencias de elevada altura, así como los numerosos y profundos baches que se pueden encontrar a lo largo de los seis kilómetros de tramo de la carretera que son dependientes de la Diputación zamorana, puesto que el resto pertenece a la provincia de Valladolid y su estado es bueno, lo que evidencia aún más la situación. El pasado mes de febrero fuentes municipales afirmaban que desde la institución provincial habían sido informados de que el arreglo integral de la vía se encontraba en fase de redacción de proyecto. Y es que eso es lo que piden los usuarios, que sea arreglada con un nuevo firme, ya que entienden que los intervenciones puntuales que se vienen realizando «solo sirven para poner parches», puesto que los baches y los socavones vuelven a aparecer al poco tiempo, como se puede comprobar en la actualidad.

Según afirman, su estado se ha visto empeorado con el paso de los camiones que operan en una gravera cercana, los cuales, dicen, «han estado trabajando hasta hace poco tres turnos». La situación, recuerdan, se ve, además, agravada durante la campaña remolachera, aunque, ya el año pasado los camiones cargados de remolacha optaron por dar un rodeo y circular por un camino agrícola que discurre por Morales de Toro. Algo que no es posible para todos los usuarios, ya que son no pocos los agricultores que no disponen de vías alternativas para acceder a sus parcelas.

El arreglo integral de la vía viene siendo reclamado por usuarios y partidos políticos como el PSOE, que llegó a presentar firmas en el Ayuntamiento, desde hace varios años.

Por otro lado, estos mismo usuarios han aprovechado para volver a solicitar a Tráfico que aumente la limitación de 15 toneladas impuesta para los camiones en la Cuesta de Valdecarros que da acceso desde Toro a la carretera, ya que la mayoría de los vehículos superan este peso con su carga, especialmente de remolacha. «Vacios ya pesan las 15 toneladas», aseguran, y añaden que se trata de una prohibición «sin sentido», pues se está hablando de una carretera que da servicio a una azucarera que moltura más de un millón de toneladas por campaña. La señal se puede ver al inicio del desvío hacia a carretera de San Román y pocos metros después se repite.