Las denominaciones de origen de Toro y Cigales sufrirán un descenso de su producción en la próxima vendimia estimado en un cuarenta por ciento.

En todas las denominaciones de origen de vinos de Castilla y León se presentan unas previsiones de producción con descensos generalizados, debido a las atípicas condiciones meteorológicas de un verano con temperaturas frías y a las plagas.

En Toro se augura una «buena calidad» de la cosecha dado el actual estado sanitario de las uvas, aunque se prevé un descenso de la productividad en torno al 40 por ciento respecto a 2006, tanto en variedades tintas como en blancas, y se situará entre 13,5 a 15 millones de kilos de uva.

La evolución de la maduración en la zona ha sido "correcta", aunque respecto a los últimos años presenta un retraso de 20 días, por lo que se calcula que la vendimia se desarrollará a finales de septiembre en los pagos más tempranos y, se generalizará, desde principios de octubre hasta principios de noviembre.

La meteorología provocó un corrimiento del racimo, que dio lugar a pequeñas bayas que no madurarán. Asimismo, la Denominación tuvo que hacer frente a algunas enfermedades endémicas fruto de un brote de "mildiu" y "oidio", ya controlados, y algunas por las polillas del racimo y la "lobesia botrana".

Por su parte, Cigales prevé recoger alrededor de siete millones de kilogramos en esta campaña, un 40 por ciento menos que el año pasado.

El presidente de la DO, Pascual Herrera, culpó del descenso de la producción en la zona a las afecciones de "mildiu", sobre todo en parcelas pequeñas, y también al mal cuajado del racimo por la meteorología. «Unas uvas estaban perfectas y otras no dentro del mismo manojo», dijo. Asimismo, se refirió al retraso con el que se efectuará la vendimia por las condiciones meteorológicas, si bien reconoció que si septiembre continúa «con días de sol», la campaña comenzará la última semana del mes.

El también director de la Estación Enológica de Castilla y León, consideró que la producción será de calidad. Asimismo, precisó que de no llover «en exceso» en este mes, la producción puede mejorar «evitando una enfermedad de última hora como es la brotitis».

En Tierra del Vino, otra de las denominaciones de la provincia, prevén una vendimia de alrededor de 1,2 millones de kilos, lo que supone una merma de un 35 por ciento con respecto al año anterior. Achacan esta disminución a las condiciones meteorológicas, ya que «hizo frío durante la época de floración», así como a que hubo parcelas afectadas por "mildiu" y "oidio".

En cuanto a la calidad, se prevé «bastante buena».

En la última denominación de Zamora, Arribes del Duero, Carlos Capilla estimó un descenso de la producción de entre el 20 y el 30 por ciento, debido a las condiciones meteorológicas y las afecciones como el "mildiu". Sin embargo, defendió que la calidad de la uva se prevé «excepcional» si las condiciones meteorológicas acompañan hasta la llegada de la vendimia que arrancará al inicio del mes que viene.