Se puede decir más claro pero no más alto: la industria del videojuego supera desde hace tiempo a la del cine en volumen de negocio. Rebasados los prejuicios, universidades como la pionera Pompeu Fabra o ahora la Autónoma de Barcelona están formando a los futuros 'scorsese' o 'cameron' del sector.

Mientras que en otros países europeos esta industria del ocio está plenamente consolidada y se ve incluso de interés cultural, en España, y a pesar de mover más de 1.200 millones de euros, el sector se encuentra miniaturizado en pequeñas firmas, y no cuenta con el potente respaldo que, por ejemplo, reciben los creadores del cine o la música, asegura a Efe el coordinador del máster de creación de videojuegos de la UAB, Enric Martí.

Son varios los centros superiores catalanes que ofrecen másters de formación en este pujante y minusvalorado ámbito, los más destacados son los que se imparten en la UPC o la Pompeu Fabra, a los que el año pasado se sumó el que se realiza desde la Escuela de Ingeniería de la UAB, que proporciona una visión teórica y práctica, e integradora de todo el proceso de producción de un videojuego: la programación, pero también la vertiente más artística y de contenido.

Este máster, que pretende ser un puente entre la universidad y las empresas del sector, dura un año y cuenta con dos itinerarios claros: el de programación, dirigido sobre todo a un perfil de ingenieros o físicos, y por otra la del diseño de contenidos y el "guión" de la historia, donde se sienten más cómodos licenciados en Bellas Artes o Comunicación Audiovisual.

Además, hay un perfil intermedio de "game designer, que fija los objetivos del juego, sus niveles y las habilidades que se buscan

En su segunda edición, el máster de la UAB lo cursan catorce alumnos, -entre ellos dos ingenieras- muchos de ellos reconocidos jugadores que han visto en esta afición una salida profesional.

Durante el curso se forman equipos de dos programadores y dos diseñadores, que elaborarán un prototipo que, una vez acabado el máster, les servirá de carta de presentación cuando se dirijan a las empresas, tras superar la evaluación del profesorado y por profesionales que trabajan en empresas como UbiSoft.

Martí apunta que aunque en España las empresas son todavía pequeñas -y suelen ser absorbidas por multinacionales cuando sacan algún producto interesante- la incipiente industria local demanda cada vez más este tipo de profesionales.

El responsable del itinerario de programación del máster, Jordi Arnal, explica que en una superproducción comercial -como el bélico Call of Duty- pueden llegar a trabajar en su desarrollo hasta un centenar de personas durante dos o tres años.

No obstante, existen otros referentes más modestos pero igualmente con millones de seguidores y "con un impacto comercial brutal". Es el caso de los adictivos "Angry Birds", de la empresa Rovio -con cien millones de descargas-, o el "Farmville", de Zynga, que triunfa en Facebook y con más de ochenta millones de usuarios.

Arnal explica que con los nuevos soportes, las oportunidades para los "jugones" se han diversificado, tanto en géneros y contenidos como en presentaciones, lo que hace que el espectro de edad y sexo no tenga límite ni condición.

"La proliferación de las descargas digitales está dando mucha importancia a los juegos pequeños, para diez ó quince minutos, que son los que más venden", señala este ingeniero que advierte que en España se están perdiendo muchas oportunidades.

"La industria se está moviendo en un mercado no físico, sino en Internet, los impuestos que generan estos productos se irán fuera si las empresas no se espabilan", explica Arnal.

De la misma opinión es el alumno del máster José Manuel Jarque, procedente del mundo del periodismo y que quiso cambiar de sector, aunque no se planteó esta salida porque le interesaran como jugador "sino por la parte creativa y artística que conlleva".

Jarque apunta que el mercado español todavía tiene una estructura muy débil y que es necesario vencer algunos estereotipos sobre este mundo.

"Se trata de una industria muy profesionalizada, con una nivel de cualificación muy alta, pero todavía se piensa que es algo para adolescentes y no es así ni mucho menos. Hay mucha gente trabajando con muchas facetas: ingenieros, artistas... y eso se nota porque mueve más dinero que la música y el cine juntos", explica.

La UPF ofrece desde hace unos años otro máster de creación de videojuegos y del que han salido numerosos profesionales que han hecho carrera en este sector industrial.

Su coordinador es Daniel Sánchez Crespo, director general de Novarama Technology, empresa que con su éxito "Invizimals", un juego de realidad aumentada para la consola PSP, es un paradigma claro de que en España se pueden producir superventas de calidad.