Una soldado del Ejército, destinada en el Acuartelamiento Aéreo de Bobadilla, anejo de la localidad de Antequera, ha asegurado haber sido agredida sexualmente en dicho cuartel por sus compañeros.

La propia Policía Nacional ha confirmado que existe una denuncia en la Comisaría de la ciudad de los Dólmenes y se ha abierto una investigación que podría pasar a la jurisdicción militar dada la gravedad de los presuntos hechos.

Según apunta en hasta tres denuncias presentadas la soldado, en una información adelantada por el programa Espejo Público, los hechos se produjeron el pasado 10 de diciembre de 2017, fecha en la que se celebró la festividad de la patrona del Ejército del Aire, Nuestra Señora de Loreto.

Dicho día, la denunciante salió con unos compañeros a un local de la propia pedanía antequerana. Así, según siempre en palabras de la soldado recogidas en la denuncia, "las cervezas tenían un sabor amargo, pero no le di importancia en ese momento. Fui al baño y dejé mi botellín en la barra junto con mis compañeros el cabo mayor y el sargento primero".

La mujer indica en la denuncia que "tenía planeado dormir esa noche en la habitación de una compañera, pero se fue sin darme las llaves. Sobre la una de la madrugada llegué a la base militar con el cabo mayor que me acompañó porque estaba un poco perjudicada. La habitación tenía la llave puesta en la puerta. El cabo mayor me puso el pijama y me acostó, luego se fue. Todo esto lo sé porque él me lo contó, porque desde las doce de la noche más o menos no me acuerdo de nada", sostiene la soldado en la denuncia.

La soldado, según manifiesta, fue recordando poco a poco detalles de la noche. En este sentido, ha señalado que dos compañeros supuestamente habrían abusado sexualmente de ella. "Me sentí como un cacho de carne", añade en la denuncia. De hecho, sostiene que el cabo mayor le realizó un test el día posterior en el que dio positivo en barbitúricos.