José Enrique Abuín Gey, 'El Chicle', permanece mudo y solo en una celda de cristal blindado y barrotes en el módulo de ingresos del centro penitenciario coruñés de Teixeiro. Tan sólo tiene contacto visual con su preso "sombra", que se encuentra en la celda de al lado, a la espera de que se le aplique el protocolo antisuicidios que ha solicitado la médica de la cárcel para él. La prisión incomunicada y sin fianza dictada por el juez de guardia de Ribeira le impide tener acceso a prensa, radio y televisión, así como al resto de los presos con quienes no puede coincidir ni siquiera en el patio.

Abuín Gey volverá hoy mismo a los juzgados de Ribeira. El magistrado de Instrucción 1 que en abril de este año archivó el caso de Diana Quer al no poder atribuírselo a ninguna persona concreta, le ha llamado a declarar, junto a su esposa, tras confesar que la había matado y llevar a la Guardia Civil al pozo de Rianxo donde apareció desnuda y lastrada con bloques de hormigón. Está previsto que la declaración comience a las 11 horas.

Según han informado fuentes judiciales, además de al propio Abuín, el juez acuerda como diligencias a practicar en el momento actual la toma de declaración en condición de investigada de la mujer de 'El Chicle' R.R.F., quien quedó en libertad tras declarar en la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, así como la incorporación a la causa de sus antecedentes penales.

Su comportamiento, según ha transcendido, es "normal", pero" no abre la boca". Conoce bien el penal de Teixeiro, pues estuvo allí siete meses por tráfico de drogas tras ser detenido el 7 de agosto de 2007 con dos paquetes de cocaína en su Fiat Bravo, cerca de Lalín.

Era el correo del clan de 'Os Fanchos' que iba a entregar la droga, pero no dudó en chivarse del resto del grupo para reducir una condena que tiene en suspenso y que previsiblemente tendrá que cumplir. "Las bolsas me las dio mi tío -Rafael Rivas Souto- para que las guardara y luego me las pidió", declaró en el juicio por narcotráfico celebrado ocho años después en la Audiencia de A Coruña.

Pero en esta ocasión la estancia en prisión del protagonista de la desaparición y muerte de Diana Quer resulta distinta. El caso criminal más mediático a nivel nacional de los últimos dos años es bien conocido en Teixeiro, donde no sólo las mujeres internas en el centro penitenciario, sino muchos varones presos gritan por los pasillos, cuando pasan cerca de la celda de cristal. "Asesino", "hijo de puta", "te vamos a matar", "violador".

Por eso "El Chicle" permanece encerrado en su mundo. Tranquilo y atento con los funcionarios, sacó su lado más chulesco cuando le tocó la revisión médica: era una doctora. La medida de incomunicación impuesta por la juez de Ribeira para evitar que pueda influir en testigos y pruebas del caso Diana Quer, también sirve para protegerle a él dentro del centro penitenciario, donde los ánimos están encendidos por el crimen de la joven madrileña.

Curiosamente el mandamiento judicial con el que ingresó en el centro penitenciario coruñés hace sólo referencia al supuesto delito de detención ilegal por el secuestro frustrado de una chica que logró escapar del maletero del coche de 'El Chicle' en Boiro con ayuda de dos jóvenes, el día de Navidad.