Un niño de 21 meses ha fallecido esta madrugada después de que ayer se precipitase de un cuarto piso del edificio San Antonio de la calle Argañosa en Oviedo alrededor de las 14.30 horas tras, según las investigaciones policiales, trepar por un mueble de la cocina -posiblemente una banqueta- hasta la ventana y caer con sus juguetes "desde unos 15 metros". Esa es la altura a la que los agentes y sanitarios que acudieron al lugar del accidente (el portal 130, cerca de Pórticos,) calculan que cayó el pequeño, R. C. D., que ayer ingresaba en estado grave en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), y a donde también fue trasladada su madre, de 36 años, al sufrir un ataque de ansiedad.

La ventana por la que se precipitó el pequeño está en la parte trasera del inmueble, es decir, no da a la calle Argañosa, sino a un patio que sirve de acceso a los garajes de varias casas. Una vecina de la familia se encontró a la madre en bata y pijama "pidiendo ayuda en el portal con el niño en brazos ensangrentado, sobre todo por la cabeza". Las centralitas del 112, de la Policía Nacional y de la Local recibieron a partir de las 14.50 horas varias llamadas de residentes de la zona para solicitar auxilio. Hasta allí llegaron en pocos minutos dos patrullas policiales, una uvi móvil y una ambulancia estándar del equipo médico de La Ería que atendieron al niño de inmediato y trataron de tranquilizar a la progenitora.

La mujer, de origen marroquí tiene otros dos hijos -uno de ocho años y otro de dos meses de edad- y mantiene una estrecha relación con su familia directa porque gran parte de ella vive cerca. Así, una hermana residente en el edificio del al lado intentó consolarla durante la media hora que los técnicos sanitarios atendieron a su hijo en el interior de la uvi estacionada en la Argañosa. Pese a que rechazó en un primer momento tomar calmantes, finalmente accedió a recibir tratamiento para su crisis nerviosa.

Algunos vecinos del edificio señalaron que es posible que la mujer estuviese en el cuarto de baño en el momento en que su hijo de 21 meses trepó hasta la ventana. La Policía Científica investiga ahora si el ventanal estaba abierto o cerrado, y en caso de estar cerrado, si el pequeño pudo abrirlo por sus propios medios, aunque en cualquier caso achacan el suceso a un desgraciado accidente doméstico.

La comunidad del edificio San Antonio, uno de los pocos inmuebles de Oviedo con una hornacina en la fachada con la imagen de un santo, describió ayer a la familia del niño con mucho cariño. Una de las vecinas que socorrió a la mujer en el portal al que fue con su hijo para pedir ayuda comentó ayer impactada que "es una chica dulce, educada y niñera, que se quedó embarazada muy poco tiempo después de tener al segundo y estaba feliz".

Los familiares y amigos, arremolinados en silencio ante la uvi móvil repetían una y otra vez "ojalá se ponga bien el niño, por favor". En el barrio de la Argañosa vive un elevado número de personas musulmanas debido a la existencia de una mezquita, por lo que la triste noticia se propagó rápidamente y numerosas personas acudieron al portal 130 para ofrecer su ayuda e interesarse por el estado del pequeño.

Agentes de la brigada Científica de la Policía Nacional fueron al piso de la familia hacia las 15.15 horas para investigar los hechos y también analizaron el patio trasero por el que se precipitó el bebé de 21 meses, donde tomaron fotografías y medidas en la ventana, la fachada y el suelo, junto los portones de los garajes de varias comunidades de vecinos de esa calle, una de las principales arterias del barrio.