La búsqueda de la joven Diana Quer es una de las 1.270 activas en España en lo que va de año por las fuerzas de seguridad, que reciben anualmente más de 20.000 denuncias de desapariciones. Aunque la mayoría se resuelve antes o después, unas cien personas no se localizan nunca.

Distintos expertos consultados por Efe subrayan el "complejísimo" drama que afecta a miles de familias que, de la noche a la mañana, pierden la pista de su ser querido sin explicación.

Las asociaciones que difunden las desapariciones demandan más medios y actuaciones para frenar el fenómeno e, incluso, solicitan que se cree la figura jurídica del desaparecido para que existan fiscales y unidades especializadas en la resolución de estos casos como sucede ya con la violencia machista.

Mientras tanto, piden una mejor información sobre los casos, pues no hay cifras ni estadísticas actuales ni oficiales sobre el problema, dice a Efe el periodista Paco Lobatón, al frente de la fundación QSDGlobal, la cual firmó en marzo con el Gobierno un convenio para, entre otros compromisos, elaborar un informe anual de desaparecidos.

Pese a que tanto desde Interior como desde las asociaciones que colaboran reconocen que las cifras de denuncias "fluctúan" mucho -se resuelven desapariciones, pero no se retiran denuncias o se hace tiempo después-, sí que existen "radiografías" sobre el problema elaboradas por las organizaciones y por las fuerzas de seguridad. Así, según el informe de la comisión especial del Senado sobre las personas desaparecidas sin causa aparente, la mayor parte de las denuncias ante la Policía son de menores, un 30 % corresponden a personas de entre 18 y 65 años y un 3 % a mayores de 65 años.

Entre 24 y 48 horas, constata el informe con datos policiales, es el plazo de resolución de los casos de menores, muchos de ellos fugados de centros tutelados, mientras que entre los adultos los problemas son de índole familiar o de convivencia. Por último, las enfermedades psíquicas pueden estar detrás de la ausencia de los mayores de 65 años. "No puede ser que los mayores se nos pierdan. Fallece de media un mayor de 70 años desaparecido a la semana", lamenta Lobatón, que asegura que este desenlace podría reducirse en muchos casos con una pulsera geolocalizadora.

El periodista Paco Lobatón critica la excesiva atención de los medios a determinadas desapariciones, "un dopaje informativo que no es normal" y contra el que propone la elaboración de un código al que los medios se ajusten para tratar estos sucesos "con sensibilidad y sentido de la medida".

"No se puede justificar todo con la bandera de la libertad de expresión y más cuando se pueda distorsionar el fin que se persigue que no es otro que el de encontrar cuando antes a una persona".