Tras más de seis horas de tensión, la Guardia Civil ha conseguido detener al joven que se había atrincherado en casa de su madre en Alcúdia, armado con una escopeta. Dos mediadores del Instituto Armado y un psicólogo han logrado que entregue el arma y salga del inmueble.

La voz de alarma la dió la madre del joven. A las 14:30 horas, la mujer llegó de trabajar y se encontró la puerta de su domicilio, ubicado en la calle Amorós de Alcúdia, totalmente destrozada. Al entrar, encontró a su hijo muy alterado y portando una escopeta. Asustada, se dirigió al cuartel de la Policía Local para solicitar ayuda.

Varios agentes se desplazaron entonces hasta el lugar e intentaron entrar sin éxito en la vivienda por una puerta trasera. La situación se volvió más tensa cuando el joven, atrincherado en el primer piso del inmueble, salió varias veces al balcón empuñando el arma y amenazando con disparar si alguien se acercaba hasta allí.

Inmediatamente, se activó el protocolo de emergencias y hasta el lugar se trasladaron efectivos de la Guardia Civil y de Bombers de Palma. Como medida de precaución, se acordonó la zona para evitar daños, si bien el joven no disparó en ningún momento el arma.

Tras más de seis horas de tensión, la Guardia Civil ha conseguido detener al joven que se había atrincherado en casa de su madre en Alcúdia, armado con una escopeta. Dos mediadores del Instituto Armado y un psicólogo han logrado que entregue el arma y salga del inmueble

La voz de alarma la dió la madre del joven. A las 14:30 horas, la mujer llegó de trabajar y se encontró la puerta de su domicilio, ubicado en la calle Amorós de Alcúdia, totalmente destrozada. Al entrar, encontró a su hijo muy alterado y portando una escopeta. Asustada, se dirigió al cuartel de la Policía Local para solicitar ayuda.

Varios agentes se desplazaron entonces hasta el lugar e intentaron entrar sin éxito en la vivienda por una puerta trasera. La situación se volvió más tensa cuando el joven, atrincherado en el primer piso del inmueble, salió varias veces al balcón empuñando el arma y amenazando con disparar si alguien se acercaba hasta allí.

Inmediatamente, se activó el protocolo de emergencias y hasta el lugar se trasladaron efectivos de la Guardia Civil y de Bombers de Palma. Como medida de precaución, se acordonó la zona para evitar daños, si bien el joven no disparó en ningún momento el arma.