El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó ayer al Estado francés a pagar una indemnización de 30.000 euros a dos niñas procedentes de Burundi que fueron esclavizadas por sus dos tíos, que las acogieron a su llegada a Francia.

La sentencia, que puede ser recurrida, señala que las dos hermanas fueron esclavizadas por sus tíos a su llegada al país europeo y obligadas a realizar todas las tareas del hogar.

El Estado debe indemnizar a las menores por no establecer los mecanismos necesarios para luchar de forma efectiva contra el trabajo forzoso, según informa el tribunal. Ambas hermanas, de 16 y 10 años, no recibieron ninguna remuneración por el trabajo forzoso que realizaban en casa de sus familiares. La sentencia señala que la mayor fue esclavizada bajo la amenaza de que sería devuelta a Burundi si no hacía lo que se les ordenaba. El documento recoge la diferencia entre la ayuda a realizar las labores del hogar y la esclavitud, ya que en el segundo caso, que padecían ambas, no había perspectivas de cambio y la carga de trabajo de ambas suplía el trabajo de los dos tíos.