Tres inmigrantes subsaharianos murieron la pasada madrugada tras incendiarse la chabola en la que dormían cerca del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CEPI) de Melilla. Fuentes policiales confirmaron que el incendio, al parecer producido por las velas que usaban para alumbrase, comenzó en torno a las cinco de la mañana.

Tras el incendio, más de medio centenar de inmigrantes se dirigieron a pie a la Delegación del Gobierno, distante unos dos kilómetros, para denunciar la muerte de los tres subsaharianos con gritos y pancartas con lemas como «No a la violencia y a la discriminación». Los subsaharianos concentrados denuncian que viven en chabolas porque el servicio de vigilancia del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) no les deja pasar al interior del recinto. Un portavoz de los inmigrantes, a preguntas de los periodistas, dijo que no pueden acceder al CETI «para nada», de modo que tienen que dormir, comer y lavarse fuera de este centro, dependiente del Ministerio de Trabajo e Inmigración.

Pero la Delegación del Gobierno asegura que los subsaharianos tienen sitio si cumplen las normas de convivencia y que si viven en estas infraviviendas se debe a una «decisión propia».