«El Rafita» ha sido detenido por quinta vez tras su salida de la cárcel en libertad vigilada. Pero sus fechorías no terminan ahí. Ahora el asesino de Sandra Palo se jacta de sus delitos y asegura: «¿para qué voy a currar por 800 euros al mes si en media hora me saco 2.000 euros?». Además, el joven no tiene vergüenza en admitir ante la policía sus robos. Hasta ahora siempre ha sido puesto en libertad de inmediato.

No sólo está orgulloso de su amplio historial delictivo, sino que también se permite el lujo de rechazar trabajos. Una de las personas que conocen el caso afirma que «El Rafita» tuvo la oportunidad de conseguir un empleo «de mecánico en un taller. A jornada completa. A él le pareció muy poca cosa el salario». Para el joven, la compensación salarial no era lo suficiente y afirmó: «¿Qué necesidad tengo de estar todo el día pringao? Me saco casi el triple en un momento».

Parece ser que el asesino de Sandra Palo ahora tiene un negocio nada legal. Se dedica a robar los motores de coches de alta gama, para después colocarlos en otros vehículos sacando en beneficio grandes cantidades económicas.

Rafael Fernández García, alias «El Rafita», fue arrestado el pasado 24 de agosto en un polígono industrial de Alcorcón, en Madrid, tras una persecución ilegal mientras pretendía huir con una furgoneta que había robado minutos antes.

«El Rafita» es conocido por haber participado en el brutal asesinato de la joven madrileña Sandra Palo en 2003. Los hechos ocurrieron cuando aún era menor de edad. La brutal agresión la realizó junto a «El Malaguita», «Ramón» y Ramoncín» en un polígono de las afueras de Madrid donde abusaron sexualmente de la joven, la quemaron y la atropellaron en varias ocasiones hasta provocarle la muerte. El suceso conmocionó al país.