En la concentración, que fue convocada por la familia de la desaparecida en la plaza de la Iglesia, estuvieron los dos hijos de la mujer desaparecida, uno de ellos menor de edad, además de sus padres, hermanos y otros familiares, que estuvieron acompañados de la concejala del área de la Mujer, Pilar Roche, y otros ediles del equipo de Gobierno municipal.

Durante la concentración, la hermana de la desaparecida, Rosa Cañabate, leyó un manifiesto en el que se daba las gracias a las personas que habían acudido a la concentración por "su apoyo compartiendo nuestro dolor y dándonos aliento en esta lucha y sufrimiento por haber perdido sin esperarlo a un ser tan querido para nosotros".

Pero, Rosa Cañabate también dijo, con palabras entrecortadas, que transcurridos diecisiete meses "duros y largos sin rastro de ella" se preguntó ¿dónde está Mari Cielo?, ¿Qué pasó aquel fatídico 10 de octubre de 2007?

Rosa Cañabate finalizaba su manifiesto pidiendo a las fuerzas de seguridad que no dejen de buscarla.

En los mismos términos se expresó, al finalizar la concentración, el padre de Mari Cielo, Antonio Cañabate, que dijo sentirse un tanto decepcionado con las fuerzas de seguridad por las investigaciones realizadas en torno a la desaparición de su hija, pues, desde hace tres meses no tiene ninguna noticia sobre la investigación del paradero de Mari Cielo.

Pidió por favor que se intensifiquen las investigaciones y que la busquen también por los pantanos de la zona por si como sospecha la hubiesen asesinado y arrojado a estos lugares.

Añadió que su familia estaba viviendo un infierno y por eso comprendía lo que sufrían los padres de Marta del Castillo, la chica desaparecida en Sevilla, pero que ellos llevan diecisiete meses desde que aquella mañana del mes de octubre de 2007 Mari Cielo no acudió al colegio a recoger a uno de sus hijos.

Insistió también en que se debería haber ahondado más en investigar a un vecino de Pozohondo, para él el principal sospechoso, con el que, al parecer, su hija había mantenido relaciones.