Al menos veinte de los sospechosos aprehendidos todavía no han sido acusados formalmente aunque tendrán que prestar declaración.

Los restantes cincuenta se enfrentarán a cargos de posesión y distribución de pornografía y abusos a menores.

En los próximos días, se prevén más detenciones en el marco de la bautizada como "Operación Centurión", adelantó el comisario jefe de la Policía Federal, Mick Keelty.

La investigación se inició cuando un "hacker" infiltró una página de Internet europea, que no estaba vinculada a operaciones ilegales, y colgó en esa "web" 99 imágenes pornográficas de niñas procedentes de Europa, Estados Unidos y Paraguay.

Keelty explicó que algunas de estas fotos fueron tomadas mientras las menores eran víctimas de abusos, y se puede percibir claramente.

La página, no revelada por cuestiones legales, fue vista hasta en doce millones de ocasiones durante un período de tres días, desde 150.000 distintos ordenadores en 170 países.

En Australia, pincharon en la "web" 2.883 direcciones IP, 1.513 de las cuales descargaron una o más imágenes de las niñas.

La Policía australiana comenzó entonces a vigilar a los pedófilos en la red para estudiar sus métodos e identificar su ubicaciones, paso previo a su arresto.