Investigadores del Acuario de la Bahía de Monterey (Estados Unidos) han descubierto que las tortugas marinas usan sus aletas para manejar presas, a pesar de que las extremidades están diseñadas evolutivamente para la locomoción. El hallazgo se ha publicado este miércoles en 'PeerJ'.

El examen en profundidad del fenómeno por los autores Jessica Fujii y Kyle Van Houtan y otros científicos, revela que está muy extendido este comportamiento, aunque que se pensaba que era menos probable en los tetrápodos marinos. En concreto, descubrieron que este tipo de exaptación de aletas puede haber estado sucediendo 70 millones de años antes de lo que se pensaba.

"Las tortugas marinas no tienen una corteza frontal desarrollada, dígitos articulados independientes, ni ningún aprendizaje social", dice Van Houtan, Director de Ciencia en el acuario. "Y sin embargo, aquí los tenemos 'lamiendo los dedos', como un niño que tiene todas esas herramientas. Muestra un aspecto importante de la evolución, que las oportunidades pueden dar forma a las adaptaciones", añade.

La autora principal Jessica Fujii es parte del equipo de investigación de la nutria marina del acuario, donde se especializa en ecomorfología: la intersección de la evolución, el comportamiento y la forma del cuerpo. La experiencia de Fujii en la alimentación de la nutria marina y el comportamiento de uso de herramientas ha influido en su reciente examen de las tortugas marinas y cómo han evolucionado para usar sus extremidades de maneras novedosas.

El análisis de Fujii y Van Houtan utilizando fotos y vídeos encuentra ejemplos muy extendidos de comportamientos como una tortuga verde sosteniendo una gelatina, una caguama rodando una concha de peregrino en el lecho marino y una carey presionando contra un arrecife para apalancar una anémona.

Se han documentado comportamientos similares en mamíferos marinos, desde morsas hasta focas y manatíes, pero no en tortugas marinas. El documento muestra que las tortugas marinas son similares a los otros grupos en los que las aletas se utilizan para una variedad de tareas de forrajeo (sujeción, reforzamiento o acorralamiento).

"Las extremidades de las tortugas marinas han evolucionado principalmente para la locomoción, no para manipular presas", asegura Fujii. "Pero que lo estén haciendo de todos modos sugiere que, incluso si no es la forma más eficiente o efectiva, es mejor que no usarlas en absoluto", añade.

El hallazgo fue una sorpresa para los autores, dado el antiguo linaje de las tortugas marinas y el hecho de que se considera que los reptiles tienen cerebros simples y aletas simples. Los resultados también ofrecen una visión de la evolución de criaturas oceánicas de cuatro ramas que plantea preguntas sobre qué rasgos se aprenden y cuáles están programados.

"Esperamos que estas cosas sucedan con un animal social altamente inteligente y adaptativo", comenta Van Houtan. Por su parte, Kyle apunta que con las tortugas marinas es diferente porque nunca se encuentran con sus progenitores. "Nunca fueron entrenados para alimentarse por su madre. Es sorprendente que estén descubriendo cómo hacerlo sin ningún tipo de aprendizaje, y con aletas que no están bien adaptadas para estas tareas", manifiesta el investigador.