A Gonzalo, de 38 años, la noticia de que padecía leucemia le llegó de forma fulminante tras una revisión en el trabajo. Los análisis arrojaron un resultado que no dejaba lugar a dudas y tuvo que trasladarse sin demora al hospital. Allí empezó su lucha. Los médicos no encontraron ningún donante compatible para un transplante de médula y fue su padre, con un 50% de compatibilidad, quien finalmente hizo la donación. Gonzalo, no solo combate con la enfermedad desde su sala de aislamiento, sino también en las redes sociales. Con la cuenta de Facebook e Instagram Keep Calm and dona médula intenta concienciar sobre la donación de médula.