La nueva regulación europea sobre la protección de datos personales y la necesidad de que los ciudadanos denuncien la vulneración de la Ley de Protección de Datos y la consiguiente intromisión de la informática en la vida privada son los principales temas que aborda el catedrático Miguel Ángel Davara en esta entrevista.

-A grandes rasgos, ¿cuáles son las principales aportaciones del nuevo Reglamento europeo de Protección de Datos?

-Este reglamento, que se publicó el pasado mes de mayo y es de obligado cumplimiento para los estados miembros, armoniza la legislación de los 27 estados de la Unión Europea y las empresas y administraciones públicas tienen dos años para adaptarse a ella. La legislación que teníamos hasta ahora partía de una directiva de 1995, año desde el que, tecnológicamente hablando, ha cambiado todo muchísimo. El nuevo reglamento engloba todas las nuevas tecnologías y eleva las penas para aquellos que trafiquen con datos personales.

-¿Conocen bien las empresas las sanciones a las que se enfrentan?

-Hay un desconocimiento muy grande que puede llevar a las empresas a la ruina. España tiene una de las normativas más duras en cuanto a protección de datos, con multas que, en los casos extremos, pueden alcanzar los 600.000 euros y, en los casos más normales, los 40.000 euros, mientras que en países como Portugal son de unos 12.000 euros. La normativa europea prevé sanciones mucho más altas, de hasta 20 millones de euros, lo que hará que para las empresas no resulte tan rentable esa venta de datos. Ahora, lo importante es que se apliquen con rigor.

-¿La población general es consciente de que sus datos personales se venden entre empresas?

-Muchas veces no nos damos cuenta de que nos mandan publicidad que nosotros no hemos pedido, con datos que han sacado del censo o de guías telefónicas y no se nos ocurre denunciarlo. Creo que todos, incluso antes de que ocurra nada, si sospechamos que han manipulado nuestros datos deberíamos denunciarlo a la Agencia de Protección de Datos, que actúa de inmediato y sanciona. Pero la gente tiene que concienciarse de que hay que denunciar porque es la única forma de que puedan actuar.

-Al ciudadano le piden continuamente datos personales, ¿cómo puede saber si hace bien al darlos?

-En Internet nunca estamos seguros. No podemos evitar dar nuestros datos a entidades financieras o a compañías telefónicas ya que es la única forma de estar en el mundo, pero sí deberíamos vigilar qué pasa con ellos continuamente.

-Y los menores, ¿cómo les protege la nueva normativa?

-El tratamiento que se hace con los datos de menores en las redes sociales es dramático y yo tendría pánico si tuviera un hijo adolescente. Por mucho que hablen del Derecho al olvido, éste no existe y lo que entra en Internet ya no sale nunca. El reglamento europeo atiende de una forma específica su protección, pero los padres y educadores deberían de estar mucho más atentos a cómo manejan sus datos y fotos los menores.

-Ciberataques masivos como los que han ocurrido estos días en Estados Unidos, ¿serían posibles en España?

-Por supuesto que sí, hay ataques constantemente aunque no somos conscientes de muchos de ellos. Cada vez más empresas ponen medios económicos para mejorar su ciberseguridad porque eso les atrae a los clientes.