Una nueva proteína hallada en los microbios conocidos como 'osos de agua' es capaz de proteger el ADN de las células humanas de daños por radiación, que resultarían de otra forma letales.

Investigadores japoneses creen dar respuesta parcial con este hallazgo a por qué los tardígrados pueden vivir en condiciones mortales habitualmente para los seres vivos.

"Los osos de agua, o tardígrados, son pequeñas criaturas acuáticas que pueden sobrevivir a condiciones increíbles, incluyendo temperaturas de hasta 100 grados centígrados y tan frías como el cero absoluto a menos 273 grados centígrados, el vacío del espacio exterior, presiones extremadamente altas y la radiación intensa", explica el co-autor Takekazu Kunieda, profesor asistente en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Tokio.

Aunque los investigadores siempre han estado fascinados por su capacidad de recuperación, todavía no sabemos realmente cómo es posible. "Tenemos que encontrar las moléculas que permiten a los tardígrados de tolerar tales condiciones", explica en un comunicado de la Universidad de Tokio.

Ahora, los científicos han descubierto una nueva proteína del tardígrado que pueden explicar por qué los pequeños animales son resistentes a cantidades extremadamente altas de radiación.

Se decodificó, con alta precisión, el genoma completo del tardígrado conocido como Ramazzottius varieornatus que se sabe que sobrevive a la exposición a altas dosis de radiación. Usando este genoma completo, se encontraron con una nueva proteína que han llamado Dsup (supresor de daños) que protege al ADN cuando es irradiado.

Cuando células humanas cultivadas fueron expuestos a los rayos X su ADN fue dañado. Sin embargo, cuando se les dio esas mismas células humanas la capacidad de crear la proteína Dsup, mostraron aproximadamente la mitad del daño en el ADN. Además, y lo más sorprendente, las células cultivadas que podrían crear Dsup eran todavía capaces de reproducirse.

"Lo que es sorprendente es que anteriormente se creía que las moléculas que reparaban ADN dañado eran importantes para tolerar la radiación. Por el contrario, Dsup trabaja para minimizar el daño infligido al ADN", señala uno de los autores principales Takuma Hashimoto, investigador del proyecto en la Escuela de Graduados de Ciencias de la Universidad de Tokio, que llevó a cabo los experimentos de tolerancia.

Los científicos creen que su secuencia precisa del genoma del tardígrado es un tesoro de otras proteínas parecidas a Dsup y que otras moléculas semejantes que aumentan la resiliencia de esta criatura se encontrarán en futuras investigaciones.