Los responsables del zoo de Cincinnati se han visto obligados a matar a un gorila para salvar a un niño de cuatro años que se había caído a su foso y que estaba en manos del animal, que lo arrastró con violencia durante varios segundos.

El pequeño cayó desde una altura de cinco metros a la zona donde se encontraba el gorila, Harambe. Las imágenes captadas por los espectadores muestran cómo el animal coge al pequeño por la pierna y comienza a moverle esporádicamente por el agua.

Los cuidadores del zoo decidieron finalmente abrir fuego contra el animal. Según explicó a posteriori el director del zoológico, Thane Maynard, se empleó munición real y no un tranquilizante porque "podría haber tardado demasiado en hacer efecto. "No es que el niño estuviera siendo agredido, pero estaba claro que estaba en peligro", añadió al 'Cincinatti Enquirer'. El niño ha resultado herido pero se espera que se recupere totalmente.