No se lo pensó ni un segundo al ver cómo un hombre golpeaba a su compañera sentimental en plena calle, en Palma. El supuesto maltratador, muy corpulento y de unos cien kilos de peso, le acababa de pegar un guantazo. El golpe sonó fuerte y, ante la indefensión de la víctima, decidió intervenir, asumiendo el riesgo de salir malparado ante el forzudo agresor.

Un joven de 17 años vecino de Palma se convirtió el viernes por la noche en el héroe de la calle Aragón al salvar a la mujer cuando era maltratada en la vía pública. El muchacho, un español de origen argentino, no dudó en salir en defensa de la agredida. Cruzó la calle, se aproximó al sospechoso y se encaró a él. "No le pegues", le dijo. El presunto maltratador respondió de forma violenta. Le embistió y lo lanzó de un fuerte empujón a una parada de autobús.

El menor, muy delgado y de unos 50 kilos, no se amilanó. Se levantó y en otro gesto de valentía de nuevo se colocó entre la pareja para evitar que la víctima volviera a ser atacada. Esta vez el fornido hombre le propinó un puñetazo en el estómago. El joven no se marchó del lugar en ningún momento y esperó a que llegaran las patrullas de la Policía Nacional.

Los agentes finalmente detuvieron al supuesto agresor, un español de unos 35 años, por maltrato y quebrantamiento de medida cautelar, ya que presuntamente se saltó también la orden de alejamiento que tenía respecto de su compañera sentimental. Además, los investigadores averiguaron que el varón contaba con otra orden de alejamiento de otra mujer en Andalucía.

La víctima de Palma se negó a interponer una denuncia contra el sospechoso, pero el testigo que salió en su ayuda acudió a las dependencias policiales a declarar. El muchacho, tras ser agredido, tuvo que acudir a un centro de salud de la ciudad, donde le trataron de las lesiones sufridas. El perjudicado aportó luego ante la Policía Nacional el parte médico.

El héroe de la calle Aragón relató a los agentes que su comportamiento fue "lo normal" al ver cómo el hombre golpeaba a la mujer. Según su versión, en ese momento había más gente en la zona y le llamó la atención que nadie hiciera nada y se parara a ayudar.