Científicos del Museo de Ciencias Naturales han extraído muestras de hueso, músculo y piel seca del delfín hallado esta semana en la Casa de Campo de Madrid, un ejemplar de 1,90 metros de largo, momificado y que lleva "muchísimo tiempo muerto".

A partir de este miércoles comenzará el trabajo de extracción de ADN de las muestras del ejemplar, un delfín de mar cuyo origen sigue siendo un enigma, ha explicado a EFE la conservadora de la colección de tejidos y ADN del centro museístico, Isabel Rey.

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha dejado precintado el animal en el Centro de Protección Animal (CPA), donde permanecerá hasta que la Fiscalía decida qué hacer con el.

El análisis del ADN permitirá conocer la especie del delfín y su sexo, ha añadido la científica del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC)

El ejemplar "está momificado, lleva mucho tiempo muerto, por lo que no se aprecian bien los caracteres morfológicos", de ahí que haya que recurrir al material genético.

El delfín, detectado por los perros de un viandante, "no debía llevar mucho tiempo enterrado, porque el alambre que lo envolvía (una especie de malla metálica) no estaba oxidado y, sin embargo, el animal es una especie de momia".

"Es complicado ver los caracteres externos porque ha pasado mucho tiempo, está muy deshidratado -como un jamón bastante seco-, por lo que ha perdido mucho volumen, las aletas están arrugadas...".

Los resultados de los análisis se conocerán en un plazo aproximado de quince días: "Mañana comienza el proceso, pero como está muy deteriorado quizá los primeros intentos fallan y hay que dedicar un poco más de tiempo o repetir la extracción".

No es un procedimiento complicado sino un trabajo de rutina, ha agregado la conservadora de tejidos y ADN del museo, en cuya opinión podría tratarse de un ejemplar adulto dado su tamaño, pero no es posible saberlo hasta que concluya el análisis del hueso.

Llama la atención la buena conservación de las piezas dentales del cetáceo, cuya musculatura alrededor de la mandíbula y los dientes "se ha secado", lo que ha podido contribuir a evitar su caída.

Según Rey, una de las posibilidades de por qué un delfín ha acabado en el centro de la Península es que alguien lo encontrara en una playa y quisiera tener limpio su esqueleto (enterrándolo bajo tierra para que los microorganismos se comieran su carne). Sin embargo, quizás se diera cuenta después de que no podía y quiso deshacerse de él.

En su estado actual, la investigadora ha explicado que es imposible dirimir si sufrió algún tipo de lesión.

Para conocer ese extremo sería necesario hacer una necropsia forense.