"Escuché gritos durante media hora", asegura una vecina de la mujer asesinada presuntamente por su hijo la pasada noche en Vigo. "Pensé que era en mi edificio, que siempre hay jaleo, y no hice caso; aquí estamos acostumbrados a la Policía", relata otra residente en la calle Zamora donde se produjo el brutal crimen.

"Era la historia de una muerte anunciada", afirma una vecina de la zona. El hijo mayor de la víctima había tenido una orden de alejamiento de la mujer, a la que supuestamente mató su otro hijo, el pequeño, R.M.C., de 27 años. "Ella siempre iba con la cabeza agachada, triste", cuentan. Otros vecinos, sin embargo, recuerdan a Inma Cendón sonriente, y desconocían los problemas familiares que atravesaba. "Fue una sorpresa, no se veía venir", dicen por su parte estas personas. El presunto parricida confesó lo ocurrido a una vecina del edificio, que fue la que alertó a la Policía: "He matado a mi madre", le dijo.

La víctima de este homicidio, trabajadora de Citroën, recibió numerosas puñaladas por parte de su propio hijo con un cuchillo jamonero, en el salón de la vivienda, en el transcurso de una fuerte discusión. "Acabo de matar al demonio", confesó el parricida a una vecina tras consumarse el crimen.

El presunto agresor, de 27 años, se encuentra ingresado en el hospital Álvaro Cunqueiro, en la Unidad de Psiquiatría.