No fue un meteorito, como ocurriera en Molina de Segura hace 154 años, pero también ha dejado una gran huella y dado que hablar en Calasparra, que ya puede presumir de haber sido visitada por un objeto espacial. Y es todo apunta a que el artefacto caído del cielo hallado por los hermanos Francisco y Juan Espín del Amo, mientras se encontraban pastoreando, en los llanos del Cagitán en el Término municipal de Calasparra, formaron parte en su día de un cohete espacial.

Así lo confirmaban fuentes de la Guardia Civil, que se desplazó al lugar y anunció que podía tratarse de un objeto aeroespacial. Es más, las pesquisas practicadas por los investigadores y la información obtenida sobre objetos de similares características caídos en otros puntos del planeta hacen sospechar que pudiera tratarse de un depósito auxiliar de combustible de un cohete espacial.

Se trata de un aparato cilíndrico de unos 20 kilos aproximadamente y un diámetro de entre 60 7 y 70 centímetros, que fue encontrado por los hermanos Espín, que inmediatamente avisaron a su cuñado Iván para que investigara de qué podría tratarse.

En un principio pensaron en alguna pieza militar, ya que el ejercito está realizando maniobras por la zona, pero, tras personarse la Policía Militar y comprobar que no se trataba de material de su propiedad, se dio parte a la Guardia Civil para que iniciara una investigación. También se pensó en que podría pertenecer a una avioneta, que de manera ilegal estuviera soltando cohetes antilluvia, un tema de los más comentados estos día en la comarca. El propio Iván comprobó, sin embargo, que en Australia y Brasil habían caído objetos de similares características.

Efectivos de la Benemérita se desplazaron al lugar y verificaron que se trataba de un objeto esférico, de un metro de diámetro y envuelto por algún tipo de aislante de color negro.

A la vista de la tipología del objeto y con la finalidad de establecer el correspondiente perímetro de seguridad, la Guardia Civil activó de inmediato el protocolo NRBQ (nuclear, radiológico, bacteriológico y químico) para asegurar el objeto, garantizar la seguridad ciudadana y desarrollar la correspondiente investigación.

La inspección ocular de la zona determinó la inexistencia de huellas o vestigios relacionados con la llegada y ubicación del objeto en ese punto, por lo que una vez acotado el perímetro, especialistas del Grupo de Desactivación de Artefactos Explosivos (GEDEX) se desplazaron al lugar donde, tras un primer examen, descartaron la presencia de sustancias o elementos que pudieran constituir un artefacto explosivo.

Ayer mañana, especialistas del GEDEX de la Guardia Civil se desplazaron de nuevo al lugar para evaluar el posible riesgo medioambiental y para las personas. Estas labores, en las que colaboró un supervisor de instalaciones radioactivas de la Comunidad, y en las que se empleó una cámara de ionización, resultaron negativas para rayos alfa, beta y gamma, con valores inferiores a la radiación natural.

El objeto ha sido retirado y está a disposición de que algún organismo pudiera reclamarlo.