Las nuevas medidas de refuerzo para la revisión del equipaje de mano fijadas por Bruselas y de obligado cumplimiento en todos los aeropuertos europeos, supondrán para Aena un coste anual de 17 millones de euros.

A partir de este domingo 1 de marzo, los pasajeros aéreos se encontrarán con una nueva inspección en su equipaje de mano que conllevará la extracción de todos los dispositivos electrónicos y eléctricos, para ser revisados por separado.

Cualquier pasajero en principio puede ser susceptible a que se le haga esta inspección, que incluirá aparatos electrónicos como cámaras fotográficas, cámaras de vídeo, ordenadores o móviles, así como dispositivos eléctricos de gran tamaño como planchas, secadores, juguetes a pilas o maquinas de coser portátiles.

El director de la red de aeropuertos de Aena, Fernando Echegaray, ha explicado hoy que, para implementar esta nueva medida, el gestor aeroportuario ha previsto un refuerzo de vigilantes de seguridad en los puntos de inspección del equipaje de mano.

El nuevo reglamento europeo señala que "datos recientes han demostrado que nuevos modelos de ocultación de artefactos explosivos improvisados están siendo desarrollados por terroristas, con el fin de cotrarrestar las medidas de seguridad aérea existentes en relación con la inspección del equipaje de mano".

Por ello, deben modificarse determinadas medidas de seguridad, a fin de "mejorar la mitigación de la amenaza de artefactos explosivos improvisados ocultos en el equipaje de mano".