El Protocolo de Kioto contra el cambio climático cumple este lunes 10 años en vigor. Durante este periodo, los 37 países industrializados y la UE, firmantes del acuerdo, han logrado reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 22,6%, según los datos proporcionados por la Secretaría de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

El tratado se adoptó el 11 de diciembre de 1997 en la ciudad nipona que lleva su nombre, con el objetivo de reducir al menos un 5% las emisiones contaminantes entre 2008 y 2012, tomando como referencia los niveles de 1990. Sin embargo, su entrada oficial en vigor fue el 16 de febrero de 2005, cuando Rusia rubricó el texto, cumpliéndose así el requisito de que fuera firmado por los países responsables de al menos el 55% de las emisiones de CO2.

En el caso de España, se comprometió a limitar el aumento de sus emisiones de CO2 en un máximo del 15% en relación al año base. No obstante, en el periodo 2008-2012, sobrepasamos el citado límite hasta el 23,7%. No obstante, cabe recordar que en 2004, nuestro país emitía un 53% más que en 1990.

Pero no solo España ha tenido que comprar emisiones para poder cumplir con su cuota en Kioto, también lo han hecho países como Italia, Austria y Dinamarca.

El país que está en la vanguardia del cumplimiento de los objetivos de reducción de Kioto es Suecia. Hace más de veinte años que este país introdujo una fiscalidad específica sobre el CO2, y confía en alcanzar una cuota de renovables en el consumo final de energía del 50% en 2020, frente al 20% de la UE.

La segunda fase del Protocolo de Kioto, conocida como la Enmienda de Doha, quedó fijada en 2012 y entrará en vigor cuando sea ratificada por tres cuartas partes de las partes firmantes del acuerdo.

En este sentido, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) urge a estos países a acelerar la ratificación de este segundo compromiso, ya que en 2020 está previsto que se ponga en marcha el acuerdo de París, que sustituirá al de Kioto.