Alrededor de 600.000 personas en España creen que la violencia machista está justificada en determinadas circunstancias y de ellas, cerca de un 40 por ciento, es decir, 240.000, son mujeres.

Son datos que se desprenden de la encuesta anual de percepción de la opinión sobre violencia de género, presentada hoy por la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, y por el delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente.

Los resultados de esta muestra realizada a partir de la consulta a 2.000 personas reflejan que el 91,2 por ciento de los encuestados cree que la violencia machista es "totalmente inaceptable", mientras que el 1,4 por ciento cree que es aceptable "en algunas circunstancias".

Lorente ha extrapolado ese 1,4 por ciento al total de la población española y ha asegurado que ese porcentaje representa aproximadamente 600.000 personas, de las que el 60 por ciento son hombres, y, por tanto, el 40 por ciento restante, mujeres.

El estudio indica también que el 72,5 por ciento de los entrevistados considera que los hombres maltratan a sus mujeres porque tienen problemas psicológicos, mientras que otro 53,7 por ciento contesta afirmativamente a la pregunta de si los hombres maltratan a causa del alcohol y las drogas.

Estos resultados demuestran, a juicio de Pajín, que "hay que seguir trabajando" en la lucha contra la violencia machista puesto que no puede haber justificación alguna para este tipo de violencia "en ningún caso".

No obstante, ha señalado que la sociedad está "claramente" en contra de los malos tratos hacia las mujeres y conoce el daño que causa a las víctimas.

De los 2.000 encuestados, el 86,1 por ciento opina que la violencia machista está bastante o muy extendida y el 7,3 por ciento cree que es "algo inevitable que ha existido siempre".

Según los datos, el 49,9 por ciento de las mujeres cree que acudiría a un familiar en el caso de ser víctima de malos tratos; el 29,1 por ciento iría a la Policía o a un juzgado; mientras que el 9,5 por ciento recurriría a los servicios sociales y sanitarios.

Preguntados sobre a quién recurrías en primer lugar en caso de que una persona allegada sufriera violencia, el 47,5 por ciento responde que a la Policía o al juzgado; el 23,2 por ciento a los familiares de la víctimas, en tanto que 12,4 por ciento iría a los servicios sociales o sanitarios y sólo el 1 por ciento afirma que no recurriría a nadie.

Pajín ha valorado que cada vez se confíe más en las instituciones y que las víctimas rompan el silencio y con más frecuencia a éstas y a los familiares para denunciar los malos tratos.

Educación, el mecanismo más eficaz

La mayoría de los encuestados, el 53,6 por ciento, apuesta por la educación como el mecanismo más eficaz para luchar contra la violencia machista; el 24,3 por ciento, por el endurecimiento de las penas; y un 10,7 por ciento por la concienciación social.

En cuanto a las denuncias, el 60,6 por ciento de los entrevistados piensa que las mujeres no las presenta por miedo y un 19 por ciento, por vergüenza.

Sobre la polémica de las denuncias falsas, el 88,4 por ciento de los ciudadanos encuestados está bastante o muy de acuerdo con la afirmación de que "hay mujeres que retiran la denuncia, pero no significa que sean falsas".

El 75,1 por ciento piensa que seguramente habrá alguna "como en otros ámbitos" y el 64 por ciento cree que las denuncias falsas contribuyen a que las víctimas sigan soportando los malos tratos por parte de sus parejas o exparejas.

La encuesta también destaca que los ciudadanos están a favor de los recursos que hay en la actualidad para proteger a las maltratadas, y así, el 67,7 por ciento responde que las pulseras GPS para los agresores son de mucha o de bastante ayuda, así como la teleasistencia móvil (67,5 por ciento).

Los medios de comunicación continúan siendo la primera fuente de conocimiento acerca de la violencia machista, y en concreto la televisión (74,8 por ciento).

En lo que va de año, 33 mujeres han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas, diez menos que el pasado año en el mismo periodo, según ha recordado Pajín.