El neurobiólogo alemán Gerald Hüther asegura, en una entrevista con EFE sobre su ensayo "Hombres, el sexo débil y su cerebro", que sólo hay un aspecto en el que los niños tienen una considerable ventaja sobre las niñas y es en el empleo de la fuerza bruta.

A su juicio, ni la disposición genética ni el entorno justifica la diferencia cerebral entre hombres y mujeres, "sino una diferente concentración hormonal desde antes del nacimiento, en la que prima la testosterona en el varón, y los estrógenos y la progesterona en las féminas".

"La progesterona hace que los recién nacidos del sexo masculino sean más impulsivos, más excitables emocionalmente y más difíciles de tranquilizar que las niñas y que, desde su niñez, los hombres emprendan un camino ligeramente distinto al de las niñas, con más impulso", enfatiza Hüther.

Lo que es bien cierto para un simple observador es que el hombre medio está más capacitado que las mujeres para la síntesis, para la orientación espacial, para las capacidades fino-motoras, como la puntería, o para establecer relaciones jerárquicas de dominación, asegura el científico alemán en este ensayo, de Plataforma Editorial.

Por el contrario, ellas acopian más empatía y saben ponerse mejor en el lugar de los demás, poseen una mayor capacidad de comunicación verbal y entran en contacto visual con su interlocutor más abiertamente.

Así, la causa por la que los hombres posean un cerebro diferente al de las mujeres se basa, por una parte, en que "desde pequeños se interesan por cosas diferentes, les importan y se entusiasman por otras materias, debido a que se orientan más hacia aquello que otros niños y otros hombres acogen con entusiasmo", subraya Hüther.