La crisis económica está obligando a muchas familias a sacar a sus mayores de las residencias para la tercera edad y cuidarlos en casa.

Antes, con todos los miembros trabajando no tenían tiempo para ocuparse de ellos y el dinero no era problema.

Las residencias de ancianos privadas pueden costar entre 1.400 y 1.800 euros, una carga económica que muchas familias con varios de sus miembros en paro o 'mileuristas' no pueden soportar.