«Pienso que la Iglesia debe preguntarse si conviene conservar el carácter obligatorio del celibato», afirmó De Kesel.

«Se podría decir que hay curas célibes, pero que también hay personas para las que el celibato es humanamente imposible de respetar, y que también deberían tener la oportunidad de convertirse en sacerdotes», añadió el nuevo prelado. De Kesel también opinó sobre la posibilidad de que las mujeres ejerzan el sacerdocio en un futuro. A su juicio, «la discusión sobre el celibato podría tener consecuencias más rápidas que la del acceso de las mujeres al sacerdocio». El anterior obispo de Brujas fue destituido el pasado mes de abril, después de haber reconocido abiertamente que había abusado sexualmente de uno de sus sobrinos.