La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera «irresponsables», «históricamente inexactas» y «científicamente incorrectas» las acusaciones de que la pandemia de gripe A ha sido «una farsa» y de que la Organización sobredimensionó su gravedad en connivencia con la industria farmacéutica. El responsable de la lucha contra la gripe A en la OMS, Keiji Fukuda, declaró ayer que tales alegaciones son «irrespetuosas» para quienes han padecido cuadros severos de la infección y, sobre todo, para las 13.000 personas fallecidas por su causa. El médico y epidemiólogo afirmó categóricamente que el mundo «sí está ante una pandemia» que, matizó, se define más por su extensión geográfica que por su severidad. La declaración de pandemia por parte de la OMS, agregó, fue consecuencia de la veloz propagación del nuevo virus: si en abril de 2009 se había detectado en una decena de países, en junio ya eran 74 los territorios afectados y 120 en julio. «No juguemos con las palabras. El nuevo virus de la gripe surgió en Norteamérica, ha matado directamente a 13.000 personas aunque, más adelante y con estimaciones más exactas, seguramente veremos que el número de víctimas es superior», dijo. Fukuda también negó que la Organización haya exagerado el alcance de la infección y recalcó que «desde el principio, la OMS dijo que podía ser de moderada a severa». «Hemos actuado con equilibrio y responsabilidad en la información que hemos compartido con el público. No hemos ni sobredimensionado, ni subestimado nuestra evaluación, justamente para reducir la confusión», insistió. Prevaleció el «principio de precaución», subrayó: «prepararnos para lo peor y esperar que ocurriese lo mejor». Fukuda rechazó de plano cualquier clase de pacto con las farmacéuticas para vender más vacunas y medicinas. El presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea del Consejo de Europeo, Wolfgang Wodarg, vertió esas acusaciones en su web y ha promovido una investigación.