El torero Curro Romero, que tomó posesión ayer en Sevilla como académico de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, y ha definido el toreo como «inspiración, arte y armonía» y como «una forma de crear belleza sin otro instrumento que el capote y la muleta».

En su discurso, el torero ha asegurado que «no somos matarifes, aunque nos llamemos matadores» y ha dicho que cuando está en la plaza se siente «como los artistas en el proceso creativo», cuando la «armonía me sale más del alma que del cuerpo. Cuando te entregas, te olvidas de tu cuerpo, es como si vivieras un sueño y eso es lo que siempre he querido: transmitir todo lo que te va inspirando, dejándome llevar por la inspiración».

Aunque empezó su discurso diciendo que «está claro que estos no son mis avíos», lo que ha provocado las risas del público, Curro Romero leyó un discurso plagado de referencias literarias en el que defendió lo que la fiesta nacional ha representado a lo largo de la historia de España y la inspiración que ha supuesto para grandes artistas y poetas como por ejemplo Francisco de Goya, Picasso, Rafael Alberti o Federico García Lorca.