La lluvia había amagado al filo de las nueve de la noche pero la Santa Vera Cruz no se arredró y decidió procesionar por un Benavente con menos público que otros Jueves Santos.

El presidente de la cofradía y también del Santo Entierro dio instrucciones a los hermanos antes de que adoraran la cruz. "Los pasos más valiosos tienen prioridad" en caso de que llueva, advirtió Jose Antonio Martínez Lucio a los cofrades, a los que pidió actuar de forma ordenada y sin nerviosismo en caso de que una precipitación irrumpiera durante la noche.

La lluvia se contuvo durante algo más de una hora, pero luego comenzó a jarrear. La procesión estaba en la calle la Rúa, casi bajando hacia Santa Cruz en su inicio, a la altura del Gran Teatro Reina Sofía en la cola. Se suspendió de urgencia y los pasos tuvieron que ponerse a salvo según el plan previsto. Algunos se cubrieron con plásticos, otros fueron trasladados urgentemente a los soportales de la plaza mayor, como fue el caso de Jesús Nazareno y de la Virgen de los Dolores.

A salvo, de urgencia

Hacía años que no se suspendía la procesión de la Vera Cruz debido a la lluvia, y por lo tanto no es la primera vez que ocurre, pero la experiencia de situaciones anteriores permitió a la cofradía resolver con la mayor celeridad posible la contingencia climatológica sin que aparentemente las imágenes más valiosas sufrieran daños tras arriesgarse a salir.

Los pasos fueron retornados a su sede cubiertos con plásticos y los cofrades se reunieron posteriormente con normalidad, como ocurre tras la finalización de la procesión.

Este ha sido un año de transición para la Vera Cruz, según explicó su presidente. La cofradía está integrada por 134 cofrades tras incorporar una decena de nuevos hermanos este año. Las cofradías hermanas, el Santo Entierro y las Damas de la Luz y de la Soledad cuentan con 290 y 170 integrantes aproximadamente.

La Vera Cruz no realizaba ayer ningún estreno. Las inversiones realizadas en el último año se han centrado reparación de faldones y en los elementos de movilidad, los carros con los que se trasladan las imágenes de la Ermita a las iglesias de San Juan y de Santa María. Algunos de ellos anoche, tras esa puesta a punto, resultaron providenciales.