Una lectura sencilla y muy personal de las Siete Palabras, escrita desde una profunda convicción religiosa y dedicada a un ausente muy amado, su mujer María Carmen conocida por los suyos como Menchu, realizó anoche el hermano Luis Pablos Flórez en la plaza de Viriato.

Este semanasantero para quien la designación ha sido "una satisfacción porque se hayan acordado de este hermano que es un hermano más" efectuó numerosas referencias a su amada Zamora en una alocución no excesivamente larga. En la primera palabra, "Padre perdónalos porque no saben lo que hacen", pidió que "no señalemos con el dedo acusador al que tiene una cuerda alrededor del cuello. Esa herida es nuestra herida. Esa cuerda es también nuestro cuello y nuestra Zamora a la que todos queremos y nadie quiere que siga muriendo".

En la segunda, "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el reino de los Paraíso", el hermano pidió que Jesús "nos perdone y nos reciba en su reino" e instó a los presentes en la plaza y a los hermanos a que recordaran "la pasión, muerte y resurrección" al tiempo que pidió a Dios que "seamos capaces de reconocer a tu Hijo en cada uno de los hermanos que formamos esta hermandad como salvadores y recibamos de Él la llamada, hoy estarás conmigo en el Paraíso". En la tercera palabra, "Mujer, ahí tienes a tu hijo, Luis Pablos Flórez, quien pertenece a la penitencial desde principios de los años 70 y que ha llevado muchos años la bandera de la hermanad, aludió a San Pío X quien decía que "no hay camino más seguro y fácil que María por el cual los hombres pueden llegar a Cristo".

Con la cuarta, "¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?" el hermano reflexionó sobre las dudas sobre la existencia del Padre y el sentimiento de soledad. "Puede haber sido la soledad la más grande duda que el ser humano haya tenido". Una soledad que sienten los muchos zamoranos obligados a dejar su tierra "por eso Señor, te pedimos trabajo para nuestros jóvenes que no abandonen Zamora".

"Tenemos sed de libertad ante la prohibición de enseñar la religión en colegios y universidades, se nos impone la enseñanza laica carente de principios morales, religiosos y éticos" esgrimió en la quinta palabra, "Tengo sed", mientras que, con la sexta, "Todo está cumplido", exhortó a "todos los diocesanos a tomar conciencia de la necesidad de las vocaciones sacerdotales" y "de la importancia del Seminario que cultiva la semilla de la vocación para formar a los futuros pastores de la Iglesia".

Para Luis Pablos Flórez la séptima palabra "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" representa "un grito de victoria, no de fracaso". También remarcó que "Jesús no pasó de largo ante la enfermedad y la muerte, el sector más desamparado y despreciado en la sociedad de su tiempo y el nuestro. (...) Les ofreció seguridad, Dios, su padre, no les abandonará jamás" y nuevamente rogó por Zamora. "Pidamos por Zamora, por un futuro mejor".