Los establecimientos hoteleros de Zamora han notado una "ligera reducción" de las reservas para las noches del Lunes y del Martes Santo. "Se nota que va a estar más flojo que otros años, sobre todo por lo que se refiere a los visitantes desde Castilla y León, probablemente por la influencia de las vacaciones de los colegios", apuntan desde la Asociación Zamorana de Empresarios de la Hostelería (Azehos) en declaraciones recogidas por la agencia Ical.

Estos días suponen una "época fundamental, la de mayor ocupación dentro de la temporada alta", según aseguró a Ical el presidente de Azehos, Óscar Somoza. "Este año viene cargada de incertidumbre. El tiempo nos está jugando una mala pasada y ha habido bastantes cancelaciones y muchas llamadas intentando reservar y preguntando con cuánto tiempo pueden anular, por si acaso", explicó.

Por otra parte, como ocurre de forma tradicional, se espera un cien por cien de ocupación para el Jueves y Viernes Santo, "aunque todavía no se ha alcanzado por reservas en ninguna parte de la provincia". "Podemos hablar del espejismo de una semana muy importante, un altavoz para toda España de lo que es Zamora pero, este año, con cierta inquietud", concluyó.

A nivel regional la ocupación en establecimientos de las capitales de provincia y en alojamientos de turismo rural se situará cerca del 90 por ciento en Semana Santa, a la espera de que se concrete la evolución de la meteorología para los próximos días.

Del escenario meteorológico dependerá si se aplican las cancelaciones gratuitas, tal y como coinciden en asegurar las diferentes organizaciones y asociaciones hoteleras de la comunidad.

Sin embargo, aunque el turista religioso y cultural es el que predomina estos días, con la única meta de conocer las procesiones, el culto y el arte en la calle que ofrece la Semana de Pasión castellanoleonesa, los alojamientos rurales cuentan con visitantes con un perfil más aventurero, que ven bodegas, museos y hacen senderismo y no les importa las inclemencias del tiempo.