Resta un día para el inicio de la Semana Santa y los edificios situados en los recorridos procesionales acumulan pintadas que afean el resultado final de la Pasión, igual de importante en lo estético que en lo sentimental. No fueron pocos quienes advirtieron de esta situación al ver diferentes vídeos promocionales durante las últimas semanas: casi ninguna calle se libra de esta lacra. Los vándalos han hecho suyos los edificios abandonados del casco histórico, el barrio de La Horta y la zona centro de la capital para plasmar en sus paredes grafitis que deslucen la belleza de la ciudad en los días en que más extraños recibe. Y el Ayuntamiento de Zamora, conocedor de la situación, ha decidido actuar. Eso sí, lo hará a última hora para evitar que se reproduzcan y la cuestión es conocer si podrán llegar a todos aquellos rincones, que se cuentan por decenas, en los que es realmente necesario.

Si uno realiza cualquier itinerario de una procesión al azar de la Semana Santa de Zamora, contará un grafiti casi a cada paso, fruto de la degradación del casco antiguo. La rúa de los Notarios es buen exponente del paso de los vándalos, como lo son también calles adyacentes y perpendiculares no solo de ésta, sino también de la de los Francos, como Infantas o Pizarro. Una situación que no mejora en los Barrios Bajos. La Buena Muerte, las Siete Palabras o la Resurrección recorren calles minadas, como son Balborraz, Zapatería e incluso la plaza de Santa Lucía. El Yacente, por su parte, recorrerá las paredes pintadas de La Lana.

El Ayuntamiento de Zamora acomete durante estos últimos días de preparación para la Semana Santa una puesta a punto de la ciudad, especialmente en las zonas eminentemente procesionales, para que tanto las cofradías como los ciudadanos la encuentren en la mejor situación posible. Un plan en el que también entran los grafitis, aunque se eliminarán, aseguran, lo más tarde posible para evitar que se reproduzcan de inmediato.