La fundación de El Correo de Zamora, en 1897, tuvo un importante halo cultural debido a la participación de destacados intelectuales y también políticos defensores de las ideas tradicionalistas ligadas al carlismo, frente al régimen liberal en el Gobierno de la España de la época. La Semana Santa, como seña de identidad territorial casaba en ese ideario plasmado desde el primer número que ensalzaba los valores regionalistas. Por eso, no es de extrañar que desde el primer año y, pese a las apreturas económicas del diario, EL CORREO DE ZAMORA prestara atención especial a la celebración semanasantera dedicándole publicaciones de carácter excepcional, una tradición que mantiene el diario de los zamoranos también en nuestros días.

Cuatro de esos especiales protagonizan la promoción que LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA dedica este año a sus lectores. El primero de ellos podrá obtenerse, de forma absolutamente gratuita, este mismo sábado de Pasión, junto con el ejemplar correspondiente del periódico. Se trata de una reedición del primer especial que se publicó el 14 de abril de 1897, con grabados y la colaboración de los intelectuales vinculados a la fundación del periódico. Entre ellos, el que fuera alcalde de la ciudad, Ursicino Álvarez, quien en esos años está inmerso en la tarea de constituir un gran movimiento social que aúne e impulse una celebración que, ya por entonces, gozaba de cierto renombre y poseía rasgos que la singularizaban. Nacería así la primera Junta de Fomento que agruparía desde la Iglesia a las instituciones y a la iniciativa privada de la capital zamorana.

Otra de las colaboraciones aparecidas en ese número va firmada por el historiador Cesáreo Fernández Duro quien dedica su escrito a comparar la Congregación de Jesús Nazareno de Zamora con la madrugá sevillana, tanto en la concepción de la celebración como en el aspecto puramente estético. Ya eran evidentes los tópicos de la austeridad, eufemismo de la pobreza de medios frente al derroche sevillano en tronos y túnicas, y el recogimiento, frente a la algarabía y el clima más benigno del sur.

Los zamoranos que constituirían la Junta pro Semana Santa de finales del siglo XIX realizaron un viaje a Sevilla que influyó decisivamente en el modelo que se implantaría a partir de entonces, junto con las tendencias estéticas del Romanticismo. El helenista Francisco Morán, amigo personal de Miguel de Unamuno, es otra de las firmas que podemos encontrar en esta primera reedición que el periódico de los zamoranos regala a sus lectores.

El siguiente especial que se entregará con LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, el Lunes Santo, es el publicado en la Semana Santa de 1898. De especial significado por su contenido y por su portada, donde aparece por primera vez la foto del paso "El Prendimiento", que sería estrenado ese mismo año por la Cofradía de la Vera Cruz. El relanzamiento del especial coincide, precisamente, con la celebración del 120 aniversario de la incorporación del grupo escultórico, de una calidad excepcional obra del malogrado Miguel Torija, llamado a ser un gran artista de no ser por su temprana muerte.

El tercer extraordinario, el Miércoles Santo, corresponde a la Semana Santa de 1927. Se trata de un especial de 24 páginas que coincide con otro periodo de auge de la Semana Santa Zamora. En esa década, bajo la presidencia de Ramiro Horna y el sacerdote Manuel Boizas como vicepresidente de la Junta de Fomento, tiene lugar la fundación de la Cofradía del Silencio (1925), que pronto calará profundamente en el sentir de los zamoranos. Y es el Cristo de las Injurias el que preside el cuarto y último especial que reedita LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA. El Viernes Santo, los zamoranos podrán tener en sus manos una reproducción del publicado en una época radicalmente distinta. La edición del 31 de marzo se produce a solo diez días de la proclamación de la República. Es la antesala de una época convulsa y ya en esas páginas se percibe las tensiones que, cinco años más tarde, desatarían la tragedia en la cruenta Guerra Civil.