"El Cristo apaleado y vencido que paseamos en Zamora no es el que más me exalta. El que me seduce es el que anduvo triunfante sobre la aguas. El Cristo carismático del Sermón de la Montaña. Y ese Cristo nada complaciente de León Felipe que no ha venido a acunar los sueños del hombre dormido con cuentos".

El periodista Antonio Casado, presentado por su colega Sergio Martín, protagonizó la 68 edición del pregón de la Semana Santa de Zamora en Madrid, un "agnóstico" que cantó la Semana Santa, "la de Zamora, que es la mía", donde se amontonan "en respetuoso parlamento" la religión, la antropología, el turismo, la cultura y los recuerdos de infancia y primera juventud del pregonero. Alabó la Semana Santa de Zamora, un cortejo fúnebre entre dos domingos gloriosos, una seña de identidad del zamoranismo. Un culto a las imágenes "que en Zamora luce esplendorosa en las tardes del Jueves y el Viernes Santo", con bellos grupos escultóricos.

Casado se considera fan de la parte "no sangrienta del Nuevo Testamento (...)A quienes no militamos en el sufrimiento como atajo de redención nos inspira más el Cristo de las ocho bienaventuranzas que el de las siete palabras". "Ningún lugar como Zamora para sentir que la Semana Santa es algo más que el placer de unas vacaciones, porque todavía puede vivirse en su verdadero significado". A Antonio Casado le acompañaban, además de su esposa, la periodista y escritora Carmen Rigalt, amigos como Pepe Oneto, Lucía Méndez, Javier Gómez de Liaño o Fernando Ónega, además de las autoridades.

La entidad que preside Mari Luz Uña, hizo entrega de los premios Banzo de Oro a La 8 de Zamora, Luis Jaramillo y la saga de Virgilio (Lili) Pedrero, su hijo Antonio y su nieto, también Antonio. El cuarteto de viento de Las Capas cerró el acto.