La imagen del Cristo de las Injurias abandonó por segunda vez en su historia la capilla de san Bernabé de la Catedral, donde habitualmente recibe culto, por una exposición. En el año 2003 la talla salió para ser exhibida en "Tiempo de Pasión" y ahora lo hace con motivo de una muestra en la sala de exposición de la Encarnación, promovida por el Silencio, con motivo del décimo aniversario de su designación como "real" hermandad.

El crucificado presidirá el montaje situado en el presbiterio de pie sobre una base metálica, mientras que la nave central la ocuparán los pebeteros, trasladados igualmente a la antigua iglesia. Las distintas banderas de la hermandad penderán de los balcones existentes en el antiguo templo y el público también descubrirá, entre otros elementos, una treintena de imágenes tomadas en los últimos cuatro años por Félix Marbán o el documento de concesión de título de "real".

La muestra, que abre sus puertas mañana viernes, supone "la primera exposición que organizamos y para nosotros es un motivo de orgullo porque mostramos nuestro patrimonio en una conmemoración tan importante", explica el presidente de la Real Hermandad del Cristo de las Injurias, Rufo Martínez.