La madrugada del Viernes Santo es suya. La mañana también. Y la tarde de 1988, en parte lo fue. Hace treinta años, la Cofradía de Jesús Nazareno (Vulgo Congregación) regresó a la calle tan solo unas horas después de una de las noches en vela más soñadas por los zamoranos. Después del amanecer al alba, los grupos escultóricos de "La Crucifixión", "La Elevación de la Cruz" y "La Agonía" volvieron a salir de forma excepcional hasta el atardecer junto a la Real Cofradía del Santo Entierro. Su presencia no se regía por exigencias del guion, pero la emisión del desfile a cargo de Televisión Española motivó su reaparición.

En aquel año, ocho cámaras de la cadena pública emplazadas entre la plaza de Viriato y la Catedral brindaron una mirada de la Semana Santa de Zamora al resto del país. "Al esplendor del desfile de la Real Cofradía del Santo Entierro el pasado Viernes Santo contribuyó la temperatura primaveral reinante y la expectación que despertó entre los zamoranos la retransmisión ofrecida en directo por TVE", recogía el entonces EL CORREO DE ZAMORA en su edición impresa del domingo 3 de abril (ya que el Viernes Santo no es laborable para la redacción del diario).

La célebre locutora Marisa Naranjo y el Jefe de Relaciones Públicas y Protocolo de la Diputación de Zamora de aquel momento, Luis Felipe Delgado, pusieron voz al especial. "Hablar de la Semana Santa en Zamora es hablar de una herencia cultural de siglos, es hablar de las celebraciones de mayor arraigo popular. Zamora cuenta con una de las más completas colecciones escénicas que existen de la Pasión", comentaba Naranjo al inicio de la locución, donde también elogiaba a los zamoranos, "unas gentes amables, cariñosas y acogedoras" caracterizadas por su "sobriedad, sinceridad de las creencias y la moderación en todo".

Por su parte, el también profesional de la radio, Luis Felipe Delgado, agradecía al equipo de Televisión Española su interés por una semana de Pasión que apenas dos años antes había sido declarada de Interés Turístico Internacional. "Gracias por haber puesto sus cámaras en las calles de Zamora en esta tarde de Viernes Santo para que todos los telespectadores de España puedan contemplar junto a la fe, la tradición y el tipismo de la Semana Santa de Zamora nuestras calles, principales monumentos y grupos escultóricos", correspondía.

La improvisada cabina de retransmisión se instaló en la casa de Conchita Miranda junto a la iglesia de Santa María Magdalena. "Estábamos en el balcón de un piso bajo donde nos colocaron un monitor pero, si nos asomábamos, de vez en cuando veíamos pasarla en directo", recuerda Delgado, quien guarda un grato recuerdo de esa tarde. No obstante, la modificación del cortejo así como de su itinerario suscitó controversia entre algunos semanasanteros, quienes recelaron de la inclusión de los tres grupos escultóricos alegando la desvirtuación del desfile original.

"Quince días antes de la procesión estuvimos con el realizador Leopoldo Gutiérrez mirando los encuadres y los sitios idóneos donde iban a colocar las cámaras. Se preparó concienzudamente, se tiró mucho cable y las imágenes fueron soberbias. Marisa Naranjo estuvo empapándose del ambiente de la Semana Santa desde el Lunes Santo", rememora el locutor.

A las cuatro y media de la tarde de ese 1 de abril de 1988, el cortejo inició su caminar al son de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cruz Roja. El Barandales, las cruces parroquiales y el estandarte de la Cofradía seguían la marcha arropados por los hermanos de la hermandad, ataviados con sus túnicas de terciopelo negro. La imagen de "María Magdalena", obra de Ángel Mercé, abría la comitiva de grupos escultóricos propios de la Real Cofradía del Santo Entierro. Tras ella, "La Crucifixión" de Ramón Álvarez recorría el itinerario sobre ruedas, al igual que "La Elevación de la Cruz" de Aurelio de la Iglesia. "La Agonía" de Juan Ruiz de Zumeta, esta ya a hombros, cerraba la terna representativa de la Congregación.

Entre banzos y cargadores, se encontraba el joven Fernando Fulgencio Rodríguez. En aquel entonces tenía treinta años. Ahora, a sus 60, ejerce como jefe de ese mismo paso. "Terminamos la procesión (de Jesús Nazareno) sobre las doce y media de la mañana y a las cuatro ya estábamos en el Museo de Semana Santa. Tuvimos el tiempo justo para recuperar un poco los hombros y volver a empezar", recuerda. Sin embargo, ni el calor ni el cansancio consiguieron hacer mella en los 27 cargadores. "Era algo nuevo, algo diferente, la ilusión que teníamos todos nos sirvió para poderlo hacer", sopesa.

Tras dos horas de retransmisión, Marisa Naranjo despedía así la conexión: "Si alguna vez pasan por aquí, hagan un alto en el camino. Bien es verdad que Zamora no se ganó en una hora pero sí es cierto que en pocas horas, Zamora gana la admiración de todos por los que aquí pasan".

Estreno documental

La singular efeméride ha inspirado el breve documental "Sucedió en Viernes Santo... de 1988" realizado por Óscar Antón para la asociación Luz Penitente. "En los casi 20 minutos de metraje conoceremos las vivencias de los propios cargadores mientras recordamos algunas imágenes del treinta aniversario de esta aventura", explica el creador. La cinta será estrenada el próximo sábado 3 de marzo en el Museo Etnográfico.