La Virgen de la Soledad recorrerá sola, sin la compañía del resto de conjuntos de Jesús Nazareno, su paseo por el centro de Zamora en la tarde del Sábado Santo. Las damas saldrán a las ocho de la tarde de la iglesia de San Juan para continuar por la calle Renova, plaza de Sagasta, calle Santa Clara, avenida de Alfonso IX, plaza de Alemania, calle de San Torcuato, plaza Sagasta, calle Renova, entrando en la Plaza Mayor, donde se entonará la Salve a la Virgen, para regresar al templo de salida.

La principal novedad del desfile de este año es la disposición de las damas, que irán en filas de dos hasta la primera pendonilla. La Virgen de la Soledad, además, enseñará su nueva cara a los zamoranos después de la restauración que ha experimentado durante los últimos meses tanto en la mesa como en la imagen. Alrededor de 350 nuevas hermanas acompañarán a la Virgen de la Soledad, con lo que la cifra total de damas se aproxima a las 4.000. Todas ellas visten luto riguroso, con una capa negra con capuchón, medalla distintiva y tulipa de cristal.

Es precisamente a su llegada al templo de salida, la iglesia de San Juan, cuando se produce uno de los momentos más emblemáticos de esta procesión y de toda la Semana Santa zamorana. Las damas, ocupando la práctica totalidad de la Plaza Mayor, entonan la salve para posteriormente aguardar la entrada de la Virgen de la Soledad en el templo. Es en ese momento, sonando el himno de España, cuando las hermanas levantan sus tulipas que iluminan la noche zamorana. Se trata de uno de los últimos grandes momentos de la Pasión de esta ciudad, antes de que el Domingo de Resurrección se ponga el punto y final a las celebraciones con el encuentro entre Cristo y su madre en la Plaza Mayor.