Era el último ensayo del Miserere antes de la interpretación oficial, anoche, en la plaza de Viriato. El acto se ha convertido en un acontecimiento con fecha, hora y lugar fijos. La iglesia de Santa María la Nueva se quedó pequeña para escuchar a los cantores del coro de Jesús Yacente interpretando al bellísima pieza del padre Alcácer. Cientos de personas quisieron participar en el último canto antes del que, de madrugada, honró a Jesús Yacente en Viriato.