La villa de Alcañices fue pionera en la puesta en marcha de las cofradías de la Santa Vera Cruz en Aliste. Fue un día 22 de junio de 1574 cuando el Vicario General de las Vicarías de Aliste y Alba, el licenciado Bernardo García, canónigo de la Catedral de Zamora, leía y aprobada las ordenanzas de la Santa Vera Cruz de Alcañices, presentadas por el cofrade Melchor Rangel. Como testigos estuvieron otro alcañizano Domingo Hernández y dos capitalinos Antonio de Toro y Juan Alvarez. Sin embargo la Vera Cruz existía como poco desde hace 501 años, pues el día 20 de octubre de 1515 el Sumo Pontífice León X le concedía en Roma una Bula con las indulgencias.

La mayoría de las imágenes procesionales originales sucumbieron bajo las llamas en el incendio que calcinó la iglesia de la Virgen de la Salud (Convento de la Orden Tercera de San Francisco) la noche del día 17 de agosto de 1917.

Tras caer en el olvido la antigua, en 1920 toma forma la nueva Vera Cruz, estableciéndose unas nuevas normas, entre ellas las de vestir en la procesión de Jueves Santo el hábito morado, cíngulo amarillo y guantes blancos. Con el mismo hábito se procesionaba el Viernes Santo, pero con guantes negros. La imagen del Cristo Yacente actual, con brazos articulados, fue incorporada hacia 1923 y fue donada por Manuel Calvo Casado, mientras que su hermano Antonio sufragó los gastos de la Urna de madera y cristal, donde procesiona, que fue realizada por Félix Martín, más conocido como "El Serrador". En 1950 la hermandad sumaba tres nuevos pasos "La Verónica", "La Magdalena" y "El Nazareno" donadas por Catalina Manzano.