"Fuimos unos toreros pistonudos, porque íbamos un poquito a contracorriente, porque eran aquellos años tan convulsos, en pleno mayo del 68". Es Fernando Primo, rememorando las reuniones que mantenía un grupo de siete estudiantes de Salamanca, con edades comprendidas entre los 17 y los 20 años, que acabaron con la creación de una nueva hermandad, la del Cristo de las Siete Palabras, que cumple ahora 50 años desde aquel lejano 1967. Se pusieron manos a la obra e indagaron por todas las iglesias de la ciudad hasta que encontraron en Santa Lucía el Cristo de la Expiación.

La idea de fundar una cofradía de estudiantes que permitiera desfilar a las mujeres no tuvo unos inicios fáciles. De entrada, hubo que eliminar de los estatutos la referencia femenina y la estudiantil, ya que los fundadores incluso pretendían limitar la ostentación de cargos directivos a los mayores de 30 años.

Los fundadores tuvieron, reconoce Primo, muchos apoyos, empezando el del propio párroco de La Horta o la Junta pro Semana Santa, pero también tuvieron que soportar muchas críticas. Aún así, la procesión generó... hasta coplillas: "Dos muchachos y una chica/ son invitados a hablar/ y estas razones han dado/ para poderla fundar. Basta ya de procesiones, basta ya de cofradías/ porque ya están ocupadas/ todas las horas y días".

Protección policial

Salió a la calle la procesión sin que las mujeres, que iban a desfilar con cogulla franciscana, al modo del actual Espíritu Santo o Buena Muerte, pudieran participar. En señal de protesta desfiló la Tercera Palabra, en el hueco que debían ocupar las mujeres, sin hermanos. La primera salida, en 1968, requirió incluso protección policial para evitar altercados o sabotajes.

Tras consolidarse con 200 hermanos y decaer de nuevo hasta los 60, Las Siete Palabras haría historia en la Semana Santa de Zamora. En el año 1988, con un informe del catedrático de la Pontificia Julio Llamazares, el obispo concede permiso para que treinta mujeres puedan desfilar "ad experimentum", tapadas como los hombres, pero identificadas con un cordón verde en la bocamanga de la túnica. Tal y como refleja la cofradía en su página oficial "cumplida la prueba satisfactoriamente al año siguiente se quitó el cordón y se dio vía libre la entrada de mujeres en igualdad de condiciones que los hombres".

La entrada de la mujer y la revitalización general de la Semana Santa hizo que la cofradía experimentase un crecimiento exponencial (ahora tiene 1.700 hermanos) que afectó a la estética del desfile. Así lo entiende también Fernando Primo: "Siempre sucede lo mismo, porque es muy difícil lograr que masificando no se pierda estética y más en una procesión de noche con un solo paso. Pero nunca nos dio la tentación de cerrar filas. Había una lista de espera que estaba creando un tapón enorme, con lo que estábamos dejando sin salir en la procesión a toda una generación con la que posiblemente no podríamos volver a contactar", indica Primo. Hoy la lista de espera es prácticamente inexistente.

Juan Manuel Nieto Nafría, Manuel Rodríguez, Ricardo Rodríguez Almaraz, Fernando Primo, Javier Mendiri y, desde hoy, Roberto Ariza, han sido los presidentes de la hermandad, con la que han colaborado artistas de la talla de Hipólito Pérez Calvo o Antonio Pedrero. Primo está convencido de que la creación de las Siete Palabras fue la que abrió el camino a otras hermandades que se fundaron después, especialmente el Espíritu Santo y la Buena Muerte.