Las cofradías benaventanas se encuentran ya totalmente inmersas en los preparativos y ensayos para que benaventanos y visitantes se contagien de la devoción que se vive en los templos y a pie de calle con motivo de la Semana Santa. Llevan ya semanas haciendo reuniones para organizar y preparar estos días de Pasión en los que los usos y costumbres, así como las tradiciones de cada una de las hermandades se siguen de un modo riguroso.

Tradicional es en la Cofradía del Nazareno proceder a la limpieza de faroles, al vestido y atavío de un modo casi ceremonial de las imágenes por las camareras y varias de las hermanas de la cofradía. Durante todo el año se guardan y cuidan estas prendas con excepcional cuidado para su mejor conservación, ya que son de gran mérito artesanal por su calidad de géneros, bordados, encajes, alamares y pasamanerías. El acondicionamiento, iluminación y adorno floral de los tronos, así como el traslado de las imágenes dentro del interior del templo, constituyen otros de los ritos tradicionales de la Hermandad. Ayer los preparativos se centraron en los ensayos con las andas para tener todo listo para la procesión del Encuentro del Viernes Santo.

Las Cofradías de la Santa Vera Cruz y el Santo Entierro, así como las Damas de la Luz y la Soledad vivieron la jornada de ayer de un modo muy intenso puesto que son numerosos los pasos con los que cuentan en Semana Santa y las labores de preparación necesitan de tiempo y dedicación. Las imágenes ya lucen sus atuendos procesionales, algunas como la Verónica, la Virgen de las Angustias o el Ecce Homo ya están preparadas sobre sus tronos. La limpieza de la madera y de los detalles ornamentales, la colocación de los faldones, la sujeción de cada una de las tallas, todo ha necesitado del tesón de más de una veintena de cofrades que cada año se reúnen esta jornada para que todo esté listo a tiempo. Aún quedan horas para ello.

Por la tarde, estas cofradías celebraron una misa, presidida por el obispo en Santa María donde los alcaldes caballeros salientes entregaron sus varas a los nuevos. Carlos Rodríguez, por la Vera Cruz y José Luis Anta, por el Santo Entierro. También a la nueva mayordoma Maite Galocha. A estos se les impuso las insignias que simbolizan el carácter de exclusividad que tiene el cargo. Después se impusieron las medallas a 27 nuevos hermanos.