La obra de Ángel Quintas, llega a los lectores de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA a través de una colección de láminas fotográficas de Semana Santa a partir del próximo sábado de Pasión. Desde ese día y hasta el lunes de Pascua, el periódico de los zamoranos se honra en homenajear, en el año del 120 aniversario del periódico, a uno de los mejores fotógrafos de la historia en Castilla y León.

La peculiar visión, la mirada documental y sus particulares composiciones hicieron de Quintas un artista irrepetible. Parte de esa fuerza creativa la expresó a través de su objetivo durante los desfiles procesionales de años muy representativos para las artes conceptuales como son las décadas de los 50, 60 y parte de los 70. A esa época corresponden las láminas que se recogen en la colección que lleva por título "Memoria, identidad", dos componentes inexcusables cuando se habla de una tradición tan arraigada en Zamora como la Semana Santa. Las fotos de Ángel Quintas llegaron a ser también carteles anunciadores de la Pasión zamorana, aunque a veces, el torrente de creatividad que derrochaba y que lo impulsaba a la investigación en las técnicas fotográficas, no fueran siempre comprendidas.

A él corresponde, y es de justicia reconocerlo, el descubrimiento para el mundo de la procesión del Santo Entierro de Bercianos de Aliste. Fue el primero en fotografiar una celebración hoy declarada Bien de Interés Cultural, al igual que la Semana Santa de la capital, de la que recoge escenas que reflejan en tono documental la Zamora en blanco y negro tanto el papel como en la vida real.

Inconformista, bohemio, un adelantado a su tiempo, Ángel Quintas, nacido en Zamora en 1931, quiso ser pintor. La oposición familiar le llevó a estudiar cartografía y marchar, primero a Madrid y más tarde a Barcelona, donde descubriría un medio con el que ganarse la vida y plasmar su genio artístico. Solo que se trataba de un objetivo fotográfico en lugar de un pincel. En 1955, problemas de salud lo devuelven a Zamora y traba una amistad que duraría toda la vida con artistas de la Escuela de San Ildefonso: Antonio Pedrero, Ramón Abrantes, Tomás Crespo... Fue un pionero: implantó el mural fotográfico, grandes fotos aéreas, sobre todo de Sanabria, sacadas desde helicóptero. Falleció prematuramente en Vitoria en 1978. Queda para siempre su obra, cedida para esta ocasión gracias a la generosidad de su familia. Los zamoranos tienen una cita ineludible a partir del sábado en su quiosco con el ejemplar diario de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA. Se trata de una edición especial y limitada, con una carpeta para el coleccionable. Reserve ya su ejemplar.